San Pedro Sula, Honduras.
En medio de una ceremonia, en la que reinó un ambiente de hermandad, Ángel Flores Cerrato fue ordenado como diácono de la Diócesis de San Pedro Sula.
Esta actividad religiosa fue desarrollada ayer en una misa que comenzó a las 10:00 am y fue organizada especialmente para esta consagración.
Monseñor Ángel Garachana fue quien presidió la ceremonia y el encargado de ordenar al nuevo diácono.
El obispo explicó que hay dos tipos de ejercer el diaconado en la Iglesia Católica: el diácono transitorio y el diácono permanente.
En el caso de Ángel Cerrato, se aplica la primera forma debido a que será oficializado como sacerdote en unos meses, según informó Garachana.
“Los diáconos que son oficializados permanentes hacen esta labor durante todo su servicio a la Iglesia. Dentro de esta modalidad el diácono puede ser célibe o casado, pero esta última forma de servicio solo la tenemos en la Diócesis de Tegucigalpa”, expresó.
Para ser ordenado como diácono, Ángel Flores ingresó al Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa adonde obtuvo el título de Licenciado en Ciencias Religiosas con énfasis en Filosofía y Licenciado en Teología en el transcurso de ocho años. Luego realizó su experiencia del bienio pastoral durante un año en la parroquia San Juan Bautista, de Río Lindo.
Son las funciones del diácono: efectuar la lectura del Evangelio, auxiliar del altar, partícipe en comunión, presidir matrimonios, funerales, caridad social con los pobres y todo servicio en la liturgia.
“Este es un acontecimiento de alegría. Le doy gracias a Dios por este ministerio de diácono. También le agradezco a mi familia, a la Iglesia y al monseñor Ángel Garachana por haber depositado esta confianza en mí. Les pido a todos que no dejen de llevarme en sus oraciones”, expresó Ángel Flores mientras decenas de feligreses se acercaban a abrazarlo al final de la ceremonia.
