Tegucigalpa, Honduras
La Policía de Honduras informó este lunes de que en 2015 fueron destituidos 275 agentes de la escala básica como parte de un proceso de depuración de la institución iniciado en 2011.
El director de la Policía Nacional de Honduras, Félix Villanueva, dijo a periodistas que los 275 agentes fueron destituidos por 'cometer varias faltas', que no precisó.
La depuración policial es 'una herramienta importantísima para que la Policía se fortalezca y pueda tener los recursos humanos más idóneos', subrayó.
El jefe policial indicó que el 25 por ciento de los 14.000 efectivos 'no ha pasado' por las pruebas de confianza, que incluyen exámenes psicológicos y de polígrafo.
Destacó que la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial hace 'un trabajo constante' en el proceso de depuración de la Policía, aunque lamentó que el recurso técnico de esa institución 'es limitado'.
La depuración de la Policía hondureña se inició en noviembre de 2011 tras el asesinato de dos jóvenes universitarios, uno de ellos hijo de la rectora de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Julieta Castellanos.
En diciembre de 2013, el Supremo hondureño condenó a penas que oscilan entre 58 y 66 años de cárcel a cuatro expolicías, tras hallarlos culpables de Rafael Alejandro Vargas, hijo de Castellanos, y su amigo Carlos Pineda.
Desde hace años la Policía Nacional ha sido vinculada al tráfico de drogas, el robo de vehículos y violaciones a los derechos humanos, incluidos asesinatos, entre otros delitos. EFE.
