'El que vive del humor se muere de hambre”

Humorista y amante de la justicia, así se define Armando Redondo Licona, conocido como el Guasero en HRN.

Escondido tras pelucas, bigotes y trajes coloridos, Redondo disfruta desde hace 30 años interpretar y crear personajes que arranquen de rostros tristes y deprimidos una gran sonrisa. Dispuesto a defender un 'pueblo golpeado por la maldad y la injusticia con críticas', fue galardonado por dos ocasiones en el Congreso Nacional y ha representado a Honduras en el extranjero.

Soy hondureño, mi papá era español y mi madre hondureña y soy una persona que me gusta ver a la gente sonreír y detesto la injusticia, vengo de un lugar adonde quiero que se aplique la justicia.

Ya es de familia, desde siglos, por así decir. Tenemos esa cualidad de ser humoristas o divertidos, muchas veces en las reuniones familiares y de amigos se pelean para que nosotros asistamos (risas), casi todos los Redondo tenemos nuestros tiempos de humor cuando compartimos con personas.

No, no solo de eso vivo. El que diga que vive del humorismo en Honduras, prácticamente se está muriendo de hambre, en Honduras todavía no se ha madurado el apoyo a los artistas nacionales.

Aproximadamente hace más de 30 años.

Bueno, si no tiene “palanca” o apoyo, la persona no le es rentable, si uno no conoce o no tiene de amigo a alguien que crea en nosotros, muy difícil va a salir a adelante. Vicente Valladares y yo tuvimos la oportunidad de contar con el apoyo de don Manuel Villeda Toledo, gracias a él hemos continuado en la radio HRN, si uno no cuenta con ese tipo de apoyo, es muy difícil. Y no solo es un apoyo de creer en uno, sino de ver adónde grabo un programa, adónde lo vendo o cómo lo puedo presentar. Uno tiene que ver cómo rebuscarse y por lo que me han dicho así es en casi todos los canales.

La noticia sin malicia fue creada por Vicente Valladares, el nombre fue idea de la periodista Marja Pérez, ya el estilo del programa cambió cuando yo llegué, soy el libretista del programa la Noticia sin Malicia y allí va impregnado mi humor, Chente y yo nos parecemos bastante en el humor y hay mucha química y por eso nos complementamos bien los dos.

Mi maestro fue mi hermano, el doctor y periodista Ricardo Antonio Redondo Licona, que en paz descanse, quien fue uno de los que integró Platicando con mi barbero , a la vez fue el mejor actor centroamericano de los primeros en hacer cine en Honduras, fue el fundador del departamento de Artes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), y a la vez fue cofundador de la Orquesta Sinfónica, etc etc.

Tenía mucho que aprender de Ricardo, me gustaba su facilidad de cambiar voces, para improvisar y también para crear personajes..

El nombre del Guasero lo creó el periodista Rómulo Matamoros de HRN, de mi parte le hubiera puesto otro nombre, porque yo juego con los nombres, según el papel que voy a interpretar.

La intención de crear el Guasero es para criticar lo que sucede en el país, y eso se ha tratado de hacer, lamentablemente el espacio que tiene el Guasero ahorita en televisión es corto y también a veces me siento un poco limitado porque quisiera un campo más abierto o un estudio más grande.

Pero el humorismo suena bien cuando uno está en ambiente con los que está compartiendo, quisiera que el Guasero se desenvolviera más con el pueblo.

Sí, quise ser militar, pero no me gusta la injusticia; miraba un trato injusto hacia algunos reclutas porque estuve en las Fuerzas Armadas, no me gustaba como los oficiales trataban a los de abajo y tampoco algunas movidas que hacían los de arriba.

Después quise estudiar Medicina porque tenía la idea de ayudar a los pobres, pero no aguanté, miro sangre y me pongo pálido y helado. Después quise ser misionero cristiano, era mi mayor deseo llevar la Palabra al pueblo y países, pero fue algo que no se me concedió más por parte de Dios.

Se ríen y participan, mis hijas han sacado eso de mí, son muy divertidas y chistosas; así que cuando estamos reunidos todos, el relajito que armamos es de buen humor, solo chistear y molestarnos unos a otros.

La verdad es que tengo una mala opinión de los políticos por la forma en la que están actuando y por todo lo que está saliendo a luz de lo que hacen los políticos. Es raro el político honesto que quiera gobernar para ayudar al pueblo de verdad, la mayoría es porque miraron que otros se hicieron millonarios desde un puesto público, o la mayoría porque les gusta sentir el poder. La política es buena, pero los políticos la han arruinado.

Si el fin de ellos fuese gobernar al pueblo, seríamos un país diferente y más próspero.

Mis críticas van dirigidas a aquel que anda mal en nuestro país y siempre pienso “qué es lo que está molestando al pueblo”, entonces la crítica trato de lanzársela a ese personaje, político, funcionario o empresario que esté haciendo sufrir al pueblo o a aquel a quien le caiga la crítica.

Me gusta caracterizar en la vestimenta o los gestos que tienen los políticos, entonces podría decir que unos de los mejores que puedo imitar son Mel Zelaya y Salvador Nasralla.

Yo creo que sí está en vías de extinción. Poco a poco va desapareciendo, y además está cambiando la visión del humor en Honduras, le llaman humor a tener una tertulia sin libreto.

La verdad es que sí la apoyaría, pero le advertiría los sinsabores que hay en el camino del humorismo porque hay muchos sinsabores y muchas tristezas.

Dudaban que me fuese bien en lo económico, decían que mejor estudiara para una carrera con mejor futuro; pero aun así insistí y me apoyaron más. Como ya sabían que mi hermano Ricardo con el programa de los Barberos había tenido éxito, pues mi mamá, porque mi padre ya había muerto en ese entonces, me apoyó en todo momento.

Si es internacional es a Jim Carrey y si es en el área nacional es a mi hermano a Ricardo Antonio Redondo y como imitador a Vicente Daniel Valladares.

Adonde quiero llegar y hace tiempo le digo a Vicente es a hacer una película, pero con el humor que yo manejo, no porque sea el mejor humor, hay otros más chistosos que yo, pero creo que si yo hiciese la película, sé que funcionaría mejor si manejáramos mi humor. Pero aún no encontramos el apoyo o el camino para lanzarnos a hacer una película.

Sí es mi mejor amigo, pero más mi mejor compañero de trabajo.