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Informantes de la DEA, del éxito hasta los escándalos

  • 29 noviembre 2015 /

Hasta 4,000 infiltrados trabajan a la vez en varias operaciones. La mayoría tiene antecedentes penales.

Nueva, York, Estados Unidos

Las “fuentes confidenciales” o infiltrados que usa Estados Unidos en la guerra contra el narcotráfico es fundamental, pero a la vez lleva muchos riesgos, afirma la DEA.

Según el Manual de Agentes Especiales de la DEA, consultado por LA PRENSA, “la política de la DEA estipula que cada fuente confidencial debe actuar bajo la dirección y control de la DEA”.

Según reportes de la agencia estadounidense, han llegado a tener hasta a 4,000 fuentes confidenciales activas trabajando a la vez en distintas operaciones.

En una auditoría sobre “las formas de pago a las fuentes confidenciales de la DEA” se afirma que “sin fuentes confidenciales, la DEA no podría realizar la aplicación efectiva de las leyes de sustancias controladas de Estados Unidos”.

La auditoríadice que los informantes pueden colaborar con la DEA por “muchos factores, incluyendo el miedo, la ganancia financiera, evitar el castigo, la competencia y la venganza, por lo que la credibilidad de una fuente debe equilibrarse con la información que proporcionan”.

En julio de este año, el Departamento de Justicia de Estados Unidos hizo la “Auditoría de políticas de las fuentes confidenciales de la DEA y la supervisión de las fuentes confidenciales de alto riesgo”, la cual también fue consultada por LA PRENSA, y en esta se especifica que se considera como fuente confidencial a “cualquier persona que, con una expectativa razonable de confidencialidad, proporciona información sobre el tráfico de drogas, o realiza una actividad de investigación”.

Sin embargo, en el documento la DEA y el Departamento de Justicia reconocen que “hay riesgos involucrados con el uso de fuentes confidenciales, porque estas personas a menudo tienen antecedentes penales y ofrecen su ayuda o cooperación a cambio de dinero o reducción de una condena penal”.

Por lo tanto, el uso de fuentes confidenciales requiere una estricta supervisión y gestión de programas.

Esta auditoría sacó a la luz en julio de este año un escándalo en el uso de fuentes confidenciales por parte de la DEA, demostrando que había varias irregularidades en el proceso.

Según el reporte, “en solo un año, a partir de julio 2013 a julio de 2014, la DEA pagó a 17 fuentes confidenciales o sus dependientes (Ley de Compensación de Empleados Federales) beneficios por un total de aproximadamente un millón de dólares.”

Se reveló además que “la DEA usó, por más de seis años, a personas involucradas en actividades ilegales no autorizadas y que eran investigadas por parte de las entidades federales”.