Belén Gualcho, Ocotepeque, Honduras.
Para sortear los efectos de la sequía en la región, los pequeños productores en este municipio de Ocotepeque aseguran que actuando de forma organizada y por medio de las cajas rurales han logrado ofrecer alternativas a decenas de familias afectadas.
En la comunidad de El Limoncito, en el municipio de Belén Gualcho, se han organizado decenas de familias que dependen de la producción de granos básicos, y por medio de un almacenamiento estratégico de granos han logrado disminuir los efectos de la escasez de lluvias.
Marco Tulio Cruz Inestroza, quien preside una caja rural en la referida comunidad, aseguró que hace seis meses logró conformar su pequeño banco de granos con una inversión de 21 mil lempiras.
“La ayuda que recibimos ha sido muy valiosa. Durante la sequía, por medio del banco de gran se contribuyó con unas 90 familias de la comunidad. En estos días este banco ha dado soluciones”, aseveró.
Según el productor, las cajas rurales son de gran beneficio durante la temporada seca, ya que existe una reserva de granos de 90 quintales de maíz y frijol, con los que se ha logrado abastecer a otras familias.
Inestroza y otros pequeños productores han sido apoyados técnicamente por medio de un programa denominado Medios de Vida Sostenible y Acceso a Créditos, impulsado por la Organización para el Desarrollo de Corquín (Odeco) y Oxfam en Honduras, con fondos proporcionados por la Unión Europea.
Para sortear los efectos de la sequía en la región, los pequeños productores en este municipio de Ocotepeque aseguran que actuando de forma organizada y por medio de las cajas rurales han logrado ofrecer alternativas a decenas de familias afectadas.
En la comunidad de El Limoncito, en el municipio de Belén Gualcho, se han organizado decenas de familias que dependen de la producción de granos básicos, y por medio de un almacenamiento estratégico de granos han logrado disminuir los efectos de la escasez de lluvias.
Marco Tulio Cruz Inestroza, quien preside una caja rural en la referida comunidad, aseguró que hace seis meses logró conformar su pequeño banco de granos con una inversión de 21 mil lempiras.
“La ayuda que recibimos ha sido muy valiosa. Durante la sequía, por medio del banco de gran se contribuyó con unas 90 familias de la comunidad. En estos días este banco ha dado soluciones”, aseveró.
Según el productor, las cajas rurales son de gran beneficio durante la temporada seca, ya que existe una reserva de granos de 90 quintales de maíz y frijol, con los que se ha logrado abastecer a otras familias.
Inestroza y otros pequeños productores han sido apoyados técnicamente por medio de un programa denominado Medios de Vida Sostenible y Acceso a Créditos, impulsado por la Organización para el Desarrollo de Corquín (Odeco) y Oxfam en Honduras, con fondos proporcionados por la Unión Europea.
