Tegucigalpa, Honduras.
Al Tribunal Supremo Electoral (TSE) le tocará dirimir el conflicto de poder que se ha suscitado en el interior de la Democracia Cristiana.
Este partido ha quedado dividido en dos bandos: uno que encabeza Arturo Corrales Álvarez y el otro que dirige Augusto Cruz Asensio. El primer grupo presentó un escrito al TSE en el que pide que se reconozca a las nuevas autoridades electas en un pleno nacional extraordinario y que derivó en la destitución del presidente del directorio nacional, Augusto Cruz Asensio.
La otra facción, liderada por Cruz Asensio, presentó un recurso de nulidad de lo actuado por dicho pleno bajo el argumento de que los delegados no estaban inscritos en el organismo colegiado.
Según el literal e, numeral 15, del artículo 15 de la Ley Electoral y de las Organizaciones, toca al TSE la atribución de conocer y resolver “los conflictos internos que se produzcan en los partidos políticos, a petición de parte”.
El fin de semana, el pleno extraordinario destituyó a Cruz Asensio y nombró a Carlos Manzanares, a quien acompañan en la directiva Marco Reyes como vicepresidente, Carlos Turcios como secretario y como vocales del uno al ocho: Mauro Amaya, Saira Isaula, Esteban Pineda, Karen Wandique, Elmer García, Martha Briceño, María Rivera y Maricela Alvarado.
Ese Pleno también reestructuró el comité disciplinario que encabezaba Orle Solís (afín a Cruz Asensio) y lo sustituyó por José Marcial Zúñiga, quien se acompañará de Santos Humberto Hernández e Irma Segovia.
Los delegados ratificaron la comisión política integrada por Arturo Corrales Álvarez, Felícito Ávila, Ramón Velásquez Názar y Lucas Aguilera.
El TSE ya tiene en sus manos esta nueva estructura de la Democracia Cristiana y se pronunciará en los próximos días. También tendrá que resolver sobre el recurso de nulidad que ayer mismo presentó el grupo que encabeza Cruz Asensio.
Cruz Asensio, diputado y jefe de la bancada del Congreso Nacional, argumenta que los delegados que formaron parte del pleno que lo destituyó no estaban inscritos en el TSE como lo manda la Ley Electoral.
La semana pasada, ante una petición de Cruz Asensio, el TSE le mandó una nota que dice: “Tengo a bien hacer de su conocimiento que después de hacer una revisión minuciosa en los archivos de esta institución de los años 2013, 2014 y 2015 no existe constancia del envío de listados de delegados al Pleno Nacional por parte del Partido Demócrata Cristiano de Honduras”.
Origen de la crisis
La crisis en la DC tiene su origen en la disputa por el control del partido. Corrales Álvarez lidera las viejas estructuras que ocupan cargos en los organismos de mando del partido.
También desempeñan puestos en instituciones del Estado como resultado de los pactos de gobernabilidad con los últimos gobiernos.
De cara a la elección de la próxima Corte Suprema de Justicia, los votos propietarios de los tres diputados de la Democracia Cristiana pueden ser fundamentales y decisivos para alcanzar la mayoría calificada que se requiere.
