13/04/2024
11:30 PM

Sampedranas anuentes a subir su potencia con la 'rosadita”

San Pedro Sula, Honduras.

La venta de la “pastilla azul” (la viagra masculina) es un negocio que facturó $1,685 millones en 2014.

Han pasado menos de 15 años desde que comenzara a comercializarse en Honduras el citrato de sildenafilo, mejor conocido como viagra.

No pasó mucho para que este medicamento utilizado para tratar la disfunción eréctil resultara uno de los más demandados en las casas farmacéuticas y vendido en sus versiones replicadas por curanderos.

Hace menos de un mes la Agencia de Alimentos y Medicamentos o Agencia de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el primer viagra femenino, el Addyi de la firma Sprout Pharmaceutical, de color rosado, que empezará a venderse en octubre en los Estados Unidos.

En Honduras

Para que un medicamento sea aprobado y posteriormente comercializado en el país, la Secretaría de Salud debe realizar unos estudios y luego trasladar sus evaluaciones al Colegio Químico Farmacéutico de Honduras (CQFH). “Hasta ahora no han venido órdenes de la Secretaría de Salud. Usualmente, estos procedimientos llevan dos meses entre trámites y análisis, pero por ahora no hay pláticas sobre este medicamento”, refiere una fuente del CQFH.

LEA: Ocho cosas que debe saber sobre el viagra femenino

Juan José Abastida, ginecólogo, revela que la “pastilla rosada actúa sobre la serotonina, un neurotransmisor que tiene un papel importante en funciones fisiológicas como el sueño, los comportamientos alimenticios y sexuales”, dice.

Foto: La Prensa



Reacciones

Pese a que el medicamento aún no ha sido comercializado, ya tiene una aceptación superior al 40% en un sondeo hecho a 98 mujeres en las redes sociales. “Que lo use quien lo necesite, pero creo que si es para sentir placer ¿por qué no?”, comenta Fany Carrasco.

Ana Bautista refiere: “de mi parte no la usuaría. Estoy potente y ni curiosidad me da por saber cuáles son los efectos”.

Norma Perdomo indica: “yo sí lo usaría para conocer la gloria”, manifiesta en tono jocoso.

Maryi Herrera sostiene: “habría que probarla, pero por ahora no la necesito. Soy demasiado apasionada, aunque nunca se sabe”.