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Extorsión, 'trabajo” de moda entre colegiales

  • 04 agosto 2015 /

San Pedro Sula, Honduras.

Extorsionar se ha convertido en el “trabajo” de moda entre incontables colegiales, quienes se involucran en el crimen organizado con la ilusión de ganar dinero fácil sin ser conscientes del peligro y consecuencias que esto les implica.

Las cifras de estudiantes que cobran “impuesto de guerra” se han disparado y solo en los primeros seis meses de este año la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) reportó la captura de 95 menores de edad por extorsión, 67 eran varones y 28 niñas.

El ministro de Educación, Marlon Escoto, reveló a Diario LA PRENSA que grupos criminales están usando algunos centros educativos como bases de operaciones.

“El análisis que compartimos con Seguridad, es que el Estado ha desarticulado bandas y pandillas en diferentes sectores, entonces llevan sus actividades delictivas que hacían en los barrios y colonias a los centros educativos. Muchos jóvenes ya no asisten al colegio a estudiar sino que lo usan para operar como espacio para extorsionar, venta de drogas, prostitución infantil y otras actividades”, expresó el ministro.

Según estadísticas de las dependencias de seguridad, en promedio cada mes 16 estudiantes son capturados por extorsión en Honduras.

Escoto indicó que por miedo a jóvenes involucrados con el crimen, varios maestros piden ser cambiados de centro educativo.

“Hemos tenido experiencias traumáticas. En zonas urbanas como el valle de Sula y el Distrito Central se reciben solicitudes de traslados de profesores por conflictos con alumnos o exalumnos involucrados en actividades ilícitas. A veces tenemos que movilizar a los maestros a otro lugar para proteger sus vidas”, dijo el ministro.

Sin embargo, no solo maestros piden traslados por miedo. “También hemos tenido casos en los que las familias han detectado que sus hijos están siendo reclutados o aleccionados por antisociales y piden el traslado de sus hijos a otros centros educativos. Siempre hacemos lo necesario para proteger al estudiante”, indicó Escoto.

Sin escrúpulos

Ruy Díaz, miembro del Colegio de Profesores de Educación Media (Copemh), dijo que el problema de estudiantes que cobran “impuesto de guerra” es extremo.

“Hay alumnos que extorsionan hasta a los propietarios de las glorietas de los colegios. Antes esto solo pasaba en los centros de educación media, pero ahora también ya sufren extorsión las glorietas de escuelas”, manifestó.

Díaz también señaló que muchos alumnos ejecutan actividades delictivas incluso en el interior de los centros educativos o amenazan de muerte a profesores para obligarlos a que les pongan buenas calificaciones.

“En centros escolares se encuentran a muchachos vendiendo droga. El docente se siente expuesto ante estudiantes que están en grupos criminales. La mayor parte de traslados que solicitan los maestros es por miedo a alumnos vinculados al crimen organizado que los tienen amenazados de muerte”, expresó Díaz.

En Honduras solo el mes pasado hubo cuatro grandes casos en que se capturó a colegiales por extorsión, algunos aún vestían su uniforme al ser atrapados, como la Llorona , un joven de 15 años del Instituto San José de El Pedregal, de Tegucigalpa.

En junio pasado impactó la captura de la Exploradora , una adolescente de tan solo 12 años que con otros menores ya aterrorizaba a comerciantes y transportistas, y les cobraba “impuesto de guerra”.

En el país cada año un promedio de 6,800 menores de edad enfrentan acciones judiciales en los Juzgados de Letras de la Niñez y Adolescencia.

Según estudios de Seguridad, antes los colegiales solo eran usados para cobrar extorsión; pero las autoridades han identificado que ahora muchos forman sus propias bandas de extorsión.

Foto: La Prensa

En la imagen se muestran puros y bolsas de marihuana, cuchillos, cigarros y botellas de alcohol decomisados por docentes en un colegio hondureño.
Alarma

Héctor Espinal, especialista en comunicación del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef), dijo que es preocupante la situación de muchos menores.

“El crimen organizado en Honduras ha encontrado en adolescentes un semillero para involucrarlos en actos delictivos y ya no solo son las pandillas, también los buscan para extorsión, sicariato, secuestro, narcotráfico”.

Carlos Flores, analista en temas de seguridad, expresó que se deben tomar medidas para alejar a los colegiales de actividades del crimen.

“Hay que bajar la edad punible y endurecer las penas. Se debe acabar con la impunidad y con la falta de celeridad en los procesos judiciales, pues esto incita a los jóvenes a seguir como delincuentes. Organizaciones criminales les ofrecen ganar dinero rápido extorsionando o participando en otros delitos, y ellos aceptan porque no ven consecuencias”, indicó Flores.

El analista agregó que el Estado también debe invertir en programas sociales y de prevención para evitar que los menores de edad caigan en garras del crimen.