Tegucigalpa, Honduras.
Los químicos utilizados para potabilizar el agua que llega a las llaves en los hogares capitalinos solo alcanzan para 25 días, según denuncia de empleados del Sanaa.
El desabastecimiento de insumos amenazaría la salud de 1.5 millones de personas.
Luis Eveline, gerente del Sistema Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados, dijo que la escasez de sulfato de aluminio, principal químico para potabilizar el agua en las represas de la ciudad, se debe a un atraso de la compañía proveedora Reprimhsa.
La poca disponibilidad en las bodegas se debe también, según el gerente, a un problema en el mecanismo de entrega.
Los empleados de las represas La Concepción, Los Laureles y El Picacho indicaron que nunca se habían enfrentado a una escasez de este tipo, en la que una bodega que almacena 16,000 sacos de sulfato escasamente cuente con 1,700.
La situación es inusual si se toma en consideración que las compras d el Sanaa son de alrededor de tres mil toneladas métricas por licitación a un costo de 65 millones de lempiras, como da fe un contrato que data de 2010, de administraciones anteriores.
Eveline reconoció que la represa La Concepción se paró en su totalidad un fin de semana, “pero fue por reparaciones en la planta, pues había un problema electromecánico”, dijo, desmintiendo a los empleados de la planta, quienes aseguraron que apenas estaba abastecida en un 20%.
El funcionario aseguró que esta planta, que provee del líquido al 50% de la población capitalina, trabaja al 80% y no al 50%.
Explicó que la baja en la producción en la planta potabilizadora de El Picacho se debe a la sequía en la ciudad.
Los empleados aseguran que el agua que reciben los capitalinos es de calidad adecuada, pero advierten que si no hay químicos, tendrán que parar totalmente la producción.
Informó que para el próximo año se adquirirá un nuevo químico para tratar el agua que resultará menos costoso.
El gerente del Sanaa anunció que el próximo martes se abastecerán de sulfato de aluminio las bodegas de las tres plantas de la capital
Eveline garantizó a la población capitalina que no hay temor de que las plantas se paralicen o, en un caso extremo, se distribuyan aguas sin tratar.
“Eso es imposible, no se puede. La capital recibe agua de calidad. Los químicos no se acabarán. Antes renuncio”, expresó.
Los químicos utilizados para potabilizar el agua que llega a las llaves en los hogares capitalinos solo alcanzan para 25 días, según denuncia de empleados del Sanaa.
El desabastecimiento de insumos amenazaría la salud de 1.5 millones de personas.
Luis Eveline, gerente del Sistema Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados, dijo que la escasez de sulfato de aluminio, principal químico para potabilizar el agua en las represas de la ciudad, se debe a un atraso de la compañía proveedora Reprimhsa.
La poca disponibilidad en las bodegas se debe también, según el gerente, a un problema en el mecanismo de entrega.
Los empleados de las represas La Concepción, Los Laureles y El Picacho indicaron que nunca se habían enfrentado a una escasez de este tipo, en la que una bodega que almacena 16,000 sacos de sulfato escasamente cuente con 1,700.
La situación es inusual si se toma en consideración que las compras d el Sanaa son de alrededor de tres mil toneladas métricas por licitación a un costo de 65 millones de lempiras, como da fe un contrato que data de 2010, de administraciones anteriores.
Eveline reconoció que la represa La Concepción se paró en su totalidad un fin de semana, “pero fue por reparaciones en la planta, pues había un problema electromecánico”, dijo, desmintiendo a los empleados de la planta, quienes aseguraron que apenas estaba abastecida en un 20%.
El funcionario aseguró que esta planta, que provee del líquido al 50% de la población capitalina, trabaja al 80% y no al 50%.
Explicó que la baja en la producción en la planta potabilizadora de El Picacho se debe a la sequía en la ciudad.
Los empleados aseguran que el agua que reciben los capitalinos es de calidad adecuada, pero advierten que si no hay químicos, tendrán que parar totalmente la producción.
Informó que para el próximo año se adquirirá un nuevo químico para tratar el agua que resultará menos costoso.
El gerente del Sanaa anunció que el próximo martes se abastecerán de sulfato de aluminio las bodegas de las tres plantas de la capital
Eveline garantizó a la población capitalina que no hay temor de que las plantas se paralicen o, en un caso extremo, se distribuyan aguas sin tratar.
“Eso es imposible, no se puede. La capital recibe agua de calidad. Los químicos no se acabarán. Antes renuncio”, expresó.
