El Progreso, Honduras.
La escasez de agua en las fuentes naturales que nacen en la montaña Mico Quemado y las fallas en el sistema de bombeo por el equipo obsoleto obliga a las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillado (Sanaa) a reemplazarlo para mejorar el servicio.
El problema ha provocado racionamientos en diferentes sectores de la ciudad. Se espera que con la instalación de las nuevas bombas el recurso sea mayor y el abastecimiento total las 24 horas del día.
En las últimas semanas un promedio de 7 mil abonados de los 14 mil que tiene la empresa se ha visto afectado por la escasez del líquido.
¨Estamos cambiando el viejo equipo por nuevo. Comenzamos en la estación de bombeo ubicada en la colonia Santa Elizabeth, al norte de la ciudad. Esta y otras en las que ya trabajamos dan el agua a un aproximado de 20 barrios y colonias de la zona urbana¨, expresó Oscar Paguada, jefe noroccidental del Sanaa con oficinas en El Progreso.
La falta de agua no solo afecta a los abonados de la estatal. En las comunidades rurales la situación es igual o peor, sus fuentes están secas y la lluvia que cae es muy poca para aumentar el caudal de las quebradas que abastecen sus represas de captación.
El sistema del Sanaa comprende 28 estaciones de bombeo a base de electricidad y una planta de tratamiento ubicada en las proximidades del hospital público y la represa de captación El Salto en el río Pelo, caudal que está casi seco.
La escasez de agua en las fuentes naturales que nacen en la montaña Mico Quemado y las fallas en el sistema de bombeo por el equipo obsoleto obliga a las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillado (Sanaa) a reemplazarlo para mejorar el servicio.
El problema ha provocado racionamientos en diferentes sectores de la ciudad. Se espera que con la instalación de las nuevas bombas el recurso sea mayor y el abastecimiento total las 24 horas del día.
En las últimas semanas un promedio de 7 mil abonados de los 14 mil que tiene la empresa se ha visto afectado por la escasez del líquido.
¨Estamos cambiando el viejo equipo por nuevo. Comenzamos en la estación de bombeo ubicada en la colonia Santa Elizabeth, al norte de la ciudad. Esta y otras en las que ya trabajamos dan el agua a un aproximado de 20 barrios y colonias de la zona urbana¨, expresó Oscar Paguada, jefe noroccidental del Sanaa con oficinas en El Progreso.
La falta de agua no solo afecta a los abonados de la estatal. En las comunidades rurales la situación es igual o peor, sus fuentes están secas y la lluvia que cae es muy poca para aumentar el caudal de las quebradas que abastecen sus represas de captación.
El sistema del Sanaa comprende 28 estaciones de bombeo a base de electricidad y una planta de tratamiento ubicada en las proximidades del hospital público y la represa de captación El Salto en el río Pelo, caudal que está casi seco.