Tegucigalpa, Honduras.
Los vecinos de Ciudad del Ángel volverán a cerrar filas para impedir el nuevo intento de demolición de las viviendas de la residencial destruida. Al menos así lo advirtieron habitantes, luego de una inspección ejecutada por la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) con la intención de retirar los escombros y limpiar la zona.
“Si no nos sentamos en una mesa de diálogo, no van a entrar a la colonia”, avisó Edith Pineda, miembro de una de las 40 familiares que todavía habitan el peligroso sector.
Pineda aseguró que no cederán hasta obtener una indemnización plena por la inversión depositada en los inmuebles, ya que no tienen recursos para financiar otra vivienda. “No somos invasores, estamos molestos porque no se nos ha devuelto el dinero invertido”, se quejó.
Según Pineda, ni Copeco ni la Alcaldía tienen autoridad para ingresar a retirar los escombros debido a que es propiedad privada, por lo que deben tener una orden judicial. En todo caso, “ si la Municipalidad quiere la ladera, que la pague, que haga un compromiso de pago o que nos reubique a un buen lugar”.
Lamentó que las autoridades no les habían notificado de la labor. Copeco hizo ayer la inspección con un equipo especial como primer paso para elaborar un programa sobre el retiro de escombros en la comunidad, conformada por un circuito de 250 casas.
Para este día se ha programado una nueva visita y la reunión del comité, informó Rubén Hernández, oficial de Copeco. Esta es la segunda ocasión que los órganos de prevención intentan demoler debido al peligroso movimiento de ladera, que cubre un carril del anillo periférico, en la conexión con la carretera CA-5.
Los vecinos de Ciudad del Ángel volverán a cerrar filas para impedir el nuevo intento de demolición de las viviendas de la residencial destruida. Al menos así lo advirtieron habitantes, luego de una inspección ejecutada por la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) con la intención de retirar los escombros y limpiar la zona.
“Si no nos sentamos en una mesa de diálogo, no van a entrar a la colonia”, avisó Edith Pineda, miembro de una de las 40 familiares que todavía habitan el peligroso sector.
Pineda aseguró que no cederán hasta obtener una indemnización plena por la inversión depositada en los inmuebles, ya que no tienen recursos para financiar otra vivienda. “No somos invasores, estamos molestos porque no se nos ha devuelto el dinero invertido”, se quejó.
Según Pineda, ni Copeco ni la Alcaldía tienen autoridad para ingresar a retirar los escombros debido a que es propiedad privada, por lo que deben tener una orden judicial. En todo caso, “ si la Municipalidad quiere la ladera, que la pague, que haga un compromiso de pago o que nos reubique a un buen lugar”.
Lamentó que las autoridades no les habían notificado de la labor. Copeco hizo ayer la inspección con un equipo especial como primer paso para elaborar un programa sobre el retiro de escombros en la comunidad, conformada por un circuito de 250 casas.
Para este día se ha programado una nueva visita y la reunión del comité, informó Rubén Hernández, oficial de Copeco. Esta es la segunda ocasión que los órganos de prevención intentan demoler debido al peligroso movimiento de ladera, que cubre un carril del anillo periférico, en la conexión con la carretera CA-5.
