San Pedro Sula, Honduras.
Para los sampedranos ir a hacer trámites a la mayoría de las dependencias gubernamentales es sinónimo de pérdida de tiempo y descontento debido al trato que reciben y las incomodidades que se presentan.
LA PRENSA hizo ayer un recorrido en las oficinas más concurridas de la ciudad como el Registro Nacional de las Personas (RNP), la Secretaría de Trabajo, la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), entre otras que ejemplifican lo expuesto. A la descripción se suman las deterioradas condiciones de los edificios, lo que hace más agónica la espera.
“Hemos enviado a Tegucigalpa un documento con todas las necesidades que tenemos en el Registro. El edificio habla por sí solo y no se puede ocultar que hay falta de mantenimiento. Tuvimos problemas con los aires acondicionados, pero ya los repararon”, expresa Elizabeth Ávila, registradora civil municipal.
Otros empleados del Registro, que pidieron la omisión de su nombre para evitar represalias administrativas, afirmaron que están cansados de trabajar soportando hedores emanados de la orina y las heces de las ratas, la humedad y los equipos en mal estado.
En la Secretaría de Trabajo, la situación es desesperante porque la mayoría de los aires acondicionados no sirven, principalmente en las salas de conciliación y toda la planta baja, por lo que deben mantener abiertas las puertas principales y exponerse a la delincuencia.
Las oficinas donde se emitían antecedentes penales acaban de trasladarse al nuevo Palacio Judicial. Con ello, los ciudadanos esperan que mejore la atención.
“Antes teníamos que aguantar el sol en la acera esperando turno para entrar porque no cabía tanta gente”, dice Rodrigo Canales.
Lo peor
Lo más fastidioso para los ciudadanos es soportar la mala actitud de ciertos empleados. Por ejemplo, los de la DEI. LA PRENSA constató ayer que hay personas que pierden el día de trabajo en vano, pues no son atendidos.
Erick Castellón, Kenia Castillo y Jessica Mejía llegaron también a LA PRENSA para denunciar el trato recibido.
“Estuvimos en la DEI desde las 7:00 am y nunca nos atendieron.
Cuando dieron las 5:00 pm, a las empleadas de ventanilla no les importó que había unas 70 personas esperando atención y simplemente agarraron su cartera, apagaron las luces y se fueron. Por eso, este país está podrido”, manifiesta Kenia Castillo.
Para los sampedranos ir a hacer trámites a la mayoría de las dependencias gubernamentales es sinónimo de pérdida de tiempo y descontento debido al trato que reciben y las incomodidades que se presentan.
LA PRENSA hizo ayer un recorrido en las oficinas más concurridas de la ciudad como el Registro Nacional de las Personas (RNP), la Secretaría de Trabajo, la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), entre otras que ejemplifican lo expuesto. A la descripción se suman las deterioradas condiciones de los edificios, lo que hace más agónica la espera.
“Hemos enviado a Tegucigalpa un documento con todas las necesidades que tenemos en el Registro. El edificio habla por sí solo y no se puede ocultar que hay falta de mantenimiento. Tuvimos problemas con los aires acondicionados, pero ya los repararon”, expresa Elizabeth Ávila, registradora civil municipal.
Otros empleados del Registro, que pidieron la omisión de su nombre para evitar represalias administrativas, afirmaron que están cansados de trabajar soportando hedores emanados de la orina y las heces de las ratas, la humedad y los equipos en mal estado.
 El RNP está en el edificio más deteriorado; no tiene bodegas de almacenamiento para archivos y las cajas se han convertido en nidos de ratones.
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Las oficinas donde se emitían antecedentes penales acaban de trasladarse al nuevo Palacio Judicial. Con ello, los ciudadanos esperan que mejore la atención.
“Antes teníamos que aguantar el sol en la acera esperando turno para entrar porque no cabía tanta gente”, dice Rodrigo Canales.
Lo peor
Lo más fastidioso para los ciudadanos es soportar la mala actitud de ciertos empleados. Por ejemplo, los de la DEI. LA PRENSA constató ayer que hay personas que pierden el día de trabajo en vano, pues no son atendidos.
Erick Castellón, Kenia Castillo y Jessica Mejía llegaron también a LA PRENSA para denunciar el trato recibido.
“Estuvimos en la DEI desde las 7:00 am y nunca nos atendieron.
Cuando dieron las 5:00 pm, a las empleadas de ventanilla no les importó que había unas 70 personas esperando atención y simplemente agarraron su cartera, apagaron las luces y se fueron. Por eso, este país está podrido”, manifiesta Kenia Castillo.
| En la Secretaría de Trabajo no hay aires acondicionados y por eso tienen las puertas abiertas todo el día.
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