San Pedro Sula, Honduras.
Un joven con síndrome de Down descubrió su vocación de servicio y su pasión por atender a los enfermos luego de que su hermano mayor sufriera un accidente que lo dejó cuadripléjico.
Su condición genética no fue impedimento para que Emanuel Josué Cruz se encargara del cuidado de su hermano. Todos los días lo llevaba puntualmente a sus terapias y, mientras esperaba, ayudaba a otros pacientes.
“Tener el síndrome no significa que somos seres raros o impedidos. Podemos hacer todo lo que nos propongamos.
El síndrome es solo una cuestión de rasgos físicos; no deberían discriminarnos por eso”, expresó el joven.
Al ver la dedicación de Emanuel y el buen recibimiento que le daban los pacientes, las autoridades del centro de rehabilitación le dieron la oportunidad de trabajar como apoyo al personal de enfermería y ya tiene siete años laborando en el centro de rehabilitación.
“Empecé como conserje. Ayudaba a las enfermeras a pasar a los pacientes de un lugar a otro y levantar cosas, lo que me pidieran. Ahora trabajo en la central de equipos.
Aquí es donde se esteriliza todo el material para cirugías y se hacen algunos materiales como gasas, de las que puedo hacer hasta 300 diarias”, dijo Emanuel.
Detesta el ocio
En las tardes, cuando tiene tiempo libre, apoya en el área de lavandería.
Emanuel se ha convertido en el pilar de su hogar, en sustitución de su madre de 71 años y de su hermano paralizado del cuello para abajo.
“Mi mamá, Blanca Alicia Cruz, es mi mayor tesoro, es mi compañera, mi mejor amiga y mi apoyo”.
El joven de 28 años está cursando el noveno grado y estudia a distancia; su aspiración es llegar a la universidad y convertirse en enfermero o técnico de enfermería. “Nací para cuidar a los enfermos, eso es lo que me hace feliz”.
Está consciente de que necesita apoyo para continuar sus estudios. “Necesito que alguien me ayude dándome tutorías para pasar mis clases. Me gusta ser activo. Tres veces a la semana voy a clases de karate y soy tesorero de la Asociación de Personas con Discapacidad. Si hay algún maestro que desee ayudarme, puede llamarme al 33955155”.
Un joven con síndrome de Down descubrió su vocación de servicio y su pasión por atender a los enfermos luego de que su hermano mayor sufriera un accidente que lo dejó cuadripléjico.
Su condición genética no fue impedimento para que Emanuel Josué Cruz se encargara del cuidado de su hermano. Todos los días lo llevaba puntualmente a sus terapias y, mientras esperaba, ayudaba a otros pacientes.
“Tener el síndrome no significa que somos seres raros o impedidos. Podemos hacer todo lo que nos propongamos.
El síndrome es solo una cuestión de rasgos físicos; no deberían discriminarnos por eso”, expresó el joven.
Al ver la dedicación de Emanuel y el buen recibimiento que le daban los pacientes, las autoridades del centro de rehabilitación le dieron la oportunidad de trabajar como apoyo al personal de enfermería y ya tiene siete años laborando en el centro de rehabilitación.
“Empecé como conserje. Ayudaba a las enfermeras a pasar a los pacientes de un lugar a otro y levantar cosas, lo que me pidieran. Ahora trabajo en la central de equipos.
Aquí es donde se esteriliza todo el material para cirugías y se hacen algunos materiales como gasas, de las que puedo hacer hasta 300 diarias”, dijo Emanuel.
Detesta el ocio
En las tardes, cuando tiene tiempo libre, apoya en el área de lavandería.
Emanuel se ha convertido en el pilar de su hogar, en sustitución de su madre de 71 años y de su hermano paralizado del cuello para abajo.
“Mi mamá, Blanca Alicia Cruz, es mi mayor tesoro, es mi compañera, mi mejor amiga y mi apoyo”.
El joven de 28 años está cursando el noveno grado y estudia a distancia; su aspiración es llegar a la universidad y convertirse en enfermero o técnico de enfermería. “Nací para cuidar a los enfermos, eso es lo que me hace feliz”.
Está consciente de que necesita apoyo para continuar sus estudios. “Necesito que alguien me ayude dándome tutorías para pasar mis clases. Me gusta ser activo. Tres veces a la semana voy a clases de karate y soy tesorero de la Asociación de Personas con Discapacidad. Si hay algún maestro que desee ayudarme, puede llamarme al 33955155”.
