Tegucigalpa, Honduras.
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga exhortó a todos los creyentes a abrir su corazón ante Dios y su poder para cambiar.
Durante el mensaje, el líder religioso pidió al Espíritu Santo una renovación del país.
“Espíritu Santo, que el fuego de tu amor me renueve por dentro y renueve la paz de la tierra, renueve esta Honduras tan necesitada de Dios, que en lugar de Dios se ha puesto la violencia y el crimen”, lamentó el cardenal. “En lugar de Dios se han puesto el robo y la corrupción y no le dejamos espacio a Dios en nuestras vidas”, rezó Rodríguez Maradiaga. “Somos imagen de Dios y eso se realiza cuando amamos de verdad”, expuso al añadir que “la última realidad no es la nada; es el amor y la relación entre los seres humanos”. “Hoy nos toca hacer un acto de fe, las palabras de Jesús nos conforta y sostiene nuestra esperanza.
Que hoy podamos decirle ‘confío siempre en ti Señor Jesús, que tu vida de hijo alimente mi vida’, que hoy podamos decirle ‘ven, Señor’”, invitó. “Decimos que creemos en un Dios Todopoderoso, pero no lo dejamos actuar. Tenemos lugares de nuestras vidas donde no lo dejamos entrar, estamos seguros de que si nos abriésemos a su amor y a todo su poder, muchas cosas podrían cambiar en nuestras vidas”.
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga exhortó a todos los creyentes a abrir su corazón ante Dios y su poder para cambiar.
Durante el mensaje, el líder religioso pidió al Espíritu Santo una renovación del país.
“Espíritu Santo, que el fuego de tu amor me renueve por dentro y renueve la paz de la tierra, renueve esta Honduras tan necesitada de Dios, que en lugar de Dios se ha puesto la violencia y el crimen”, lamentó el cardenal. “En lugar de Dios se han puesto el robo y la corrupción y no le dejamos espacio a Dios en nuestras vidas”, rezó Rodríguez Maradiaga. “Somos imagen de Dios y eso se realiza cuando amamos de verdad”, expuso al añadir que “la última realidad no es la nada; es el amor y la relación entre los seres humanos”. “Hoy nos toca hacer un acto de fe, las palabras de Jesús nos conforta y sostiene nuestra esperanza.
Que hoy podamos decirle ‘confío siempre en ti Señor Jesús, que tu vida de hijo alimente mi vida’, que hoy podamos decirle ‘ven, Señor’”, invitó. “Decimos que creemos en un Dios Todopoderoso, pero no lo dejamos actuar. Tenemos lugares de nuestras vidas donde no lo dejamos entrar, estamos seguros de que si nos abriésemos a su amor y a todo su poder, muchas cosas podrían cambiar en nuestras vidas”.
