San Pedro Sula, Honduras.
Para tratar las aguas negras en la ciudad se requieren $195 millones (L4,000 millones). De esa cifra, $133 millones servirían para plantas de tratamiento, y $62 millones, para colectores.
Los cálculos resultan de un estudio realizado por la consultora Inecon, la cual determinó que no es política ni socialmente viable un incremento de más del doble de las tarifas actuales para pagar la inversión.
Eso evidencia que deben buscarse otras opciones para construir dichas plantas de tratamiento y los colectores, aunque todavía está pendiente la aprobación del Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario presentado en 2004 por la Corporación Municipal. Una de las opciones sería que Aguas de San Pedro (ASP) financie y construya las plantas y colectores recuperando la inversión en tarifa hasta la finalización de la concesión en 2030, pero Inecon asegura que no es viable.
Otra es que las plantas sean financiadas y construidas por los socios de ASP o inversionistas externos con recuperación de las inversiones por medio de la tarifa a través de la concesionaria del servicio o por la Municipalidad.
Una tercera opción es que el Gobierno central se haga cargo de las inversiones con financiamiento propio o por medio de ayuda de Gobiernos amigos sin ningún cargo en la tarifa.
En este caso, la tarifa relativa al servicio de alcantarillado se refiere solo a los costos por gestión de las plantas.
También se plantea en el estudio que la concesionaria construya solo los colectores con recuperación de la inversión con la tarifa relativa al servicio de agua existente y se factura y recupera la inversión de las plantas ejecutadas por terceros con la nueva tarifa que se fijará por el servicio de alcantarillado.
Hasta la fecha no se ha tomado la decisión de qué se hará con las aguas negras en San Pedro Sula y a 14 años de la concesión no se ha construido ninguna planta de tratamiento.
No obstante, el primer paso será aprobar el plan maestro para iniciar acciones conjuntas y edificar las plantas. Los terrenos ya están comprados, sin embargo, no se han tomado decisiones.
Para tratar las aguas negras en la ciudad se requieren $195 millones (L4,000 millones). De esa cifra, $133 millones servirían para plantas de tratamiento, y $62 millones, para colectores.
Los cálculos resultan de un estudio realizado por la consultora Inecon, la cual determinó que no es política ni socialmente viable un incremento de más del doble de las tarifas actuales para pagar la inversión.
Eso evidencia que deben buscarse otras opciones para construir dichas plantas de tratamiento y los colectores, aunque todavía está pendiente la aprobación del Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario presentado en 2004 por la Corporación Municipal. Una de las opciones sería que Aguas de San Pedro (ASP) financie y construya las plantas y colectores recuperando la inversión en tarifa hasta la finalización de la concesión en 2030, pero Inecon asegura que no es viable.
Otra es que las plantas sean financiadas y construidas por los socios de ASP o inversionistas externos con recuperación de las inversiones por medio de la tarifa a través de la concesionaria del servicio o por la Municipalidad.
Una tercera opción es que el Gobierno central se haga cargo de las inversiones con financiamiento propio o por medio de ayuda de Gobiernos amigos sin ningún cargo en la tarifa.
En este caso, la tarifa relativa al servicio de alcantarillado se refiere solo a los costos por gestión de las plantas.
También se plantea en el estudio que la concesionaria construya solo los colectores con recuperación de la inversión con la tarifa relativa al servicio de agua existente y se factura y recupera la inversión de las plantas ejecutadas por terceros con la nueva tarifa que se fijará por el servicio de alcantarillado.
Hasta la fecha no se ha tomado la decisión de qué se hará con las aguas negras en San Pedro Sula y a 14 años de la concesión no se ha construido ninguna planta de tratamiento.
No obstante, el primer paso será aprobar el plan maestro para iniciar acciones conjuntas y edificar las plantas. Los terrenos ya están comprados, sin embargo, no se han tomado decisiones.
