19/04/2024
11:44 AM

Persiste amenaza de las marañas del tendido eléctrico en San Pedro Sula

San Pedro Sula, Honduras.

Empresas de cable y telefonía han convertido los postes del tendido eléctrico de varios barrios y colonias de San Pedro Sula en gigantescas “telarañas” debido a la cantidad de alambres con que los saturan. Según las autoridades de la Enee, solo tres cables deberían depender de los postes colocados en las esquinas de cada zona en la ciudad.

Vecinos de las colonias Municipal, Del Valle y Periodista denuncian el peligro al que se sienten expuestos, pues algunos de los cables de teléfono y electricidad cuelgan y pueden poner en riesgo la vida de los menores que transitan por la zona, que es cercana a colegios como el Intae, la Universidad Pedagógica y Mhotivo.

En las cercanías de la Pedagógica algunos postes de madera están a punto de caerse debido a las pesadas cargas de cable que tienen, advierten los pobladores.

Allí mismo transitan sampedranos que visitan con frecuencia la clínica periférica del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). “ Es un gran peligro para un niño. Hay cables que cuelgan y pueden confundirlos y tocarlos. Una persona electrocutada sería fatal y la Enee y Hondutel no hacen nada al respecto”, expresa Horacio López, vecino de la colonia Del Valle.

Aprovechados

Por tal razón, los pobladores le hacen el llamado a las autoridades para que despejen las marañas en dicho lugar.

El peligro también es advertido en el barrio Guamilito de San Pedro Sula. En la 6 calle entre la segunda y tercera avenida varios postes tienen excesiva cantidad de cables y varios cuelgan amenazando a los estudiantes que pasan por el lugar.

“Estamos cansados de decirle a la gente de la Enee que vengan a reparar eso, pero no nos escuchan o se hacen los desentendidos. Los delincuentes andan buscando hacer tráfico gris y por eso hacen y deshacen con los cables y postes de esta zona.

Queremos más atención ante este problema”, manifiesta una maestra que visita a diario la zona.

La Enee no autoriza que las compañías privadas hagan sus instalaciones, pero tampoco dispone de una ley para prohibírselo. Lo más que puede hacer son campañas para la depuración de cientos de metros de cable; pero las mismas no han sido tomadas en cuenta.

Cada estructura reemplazada le cuesta a la Enee L45 mil, además del costo en pérdidas por desconexión del servicio mientras se hacen las labores de cambio e instalación de las nuevas vigas.

En otros sectores del norte de la ciudad la historia se repite, por lo que las autoridades deben tomar acciones pronto y concienciar a las empresas de cable para evitar tragedias de cualquier tipo, como incendios en lugares con saturación de casas.