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Honduras tras pasos de mareros salvadoreños en las fronteras

  • 03 mayo 2015 /

San Pedro Sula, Honduras.

La información de la presencia de antisociales salvadoreños en los municipios fronterizos del sur de Lempira mantiene en alerta a los cuerpos de inteligencia, militares y policías, quienes están desplazados en la zona desde hace 10 días.

El trabajo de vigilancia es clave para desarticular a los miembros de la mara Salvatrucha que han salido huyendo de El Salvador ante la embestida que el Gobierno ha lanzado en contra de los mareros por el accionar delictivo que ha sembrado el caos en ese país.

El periódico salvadoreño El Diario de Hoy alertó el 23 de abril que algunos miembros de la mara Salvatrucha (MS13) se asentaron en Honduras. LA PRENSA para verificar la información visitó la zona y constató los lugares que según los pobladores tienen de refugio los antisociales.

Ante esto, las fuerzas del Estado monitorean de forma permanente la zona y piden denunciar los movimientos de los mareros.

Pedimos a la población hondureña denunciar la presencia de mareros salvadoreños en territorio nacional, para que estos sean arrestados por los operadores de justicia”, solicitó Samuel Reyes, ministro de Defensa.

En la mira

Las alertas no solo se centralizan en las fronteras que tiene Lempira con el hermano país, sino también en los departamentos de Ocotepeque y Valle, lugares hasta donde se han desplazado policías que les rastrean los pasos a los malvivientes.

“La Secretaría de Defensa ha mantenido desplazamientos de los cuerpos de inteligencia y todos los operadores de justicia como parte de la alerta frente a esta situación. Motivamos a la población para que denuncie, así como han estado denunciando otras situaciones en la zona sur de Honduras, o en cualquier zona del país”, dijo Reyes.

Las informaciones brindadas por pobladores establecen que el barrio El Calvario, en La Virtud, Lempira, es el centro donde se mantienen refugiados los mareros de El Salvador y que su accionar se extiende también a tres aldeas: Gualcimaca, El Amatillo y La Haciendita, punto este por donde aseguran los vecinos no solo entran y salen, sino que también trasiegan drogas y armas de día y de noche.

La preocupación de los pobladores se debe a que desde hace un mes asaltan, roban ganado, aves y reclutan a menores de edad de los poblados, donde algunos que han sido identificados han sido llamados con sus padres al Juzgado de Policía para firmar actas de compromiso para regular sus actividades.

Julián Pacheco, ministro de Seguridad, dijo a LA PRENSA que la información es verificada y que varios equipos están en la zona identificando a los antisociales.