San Pedro Sula, Honduras.
Como sucedió hace más de 2,000 años en Jerusalén, miles de personas se reunieron ayer en San Pedro Sula para conmemorar con palmas y cánticos la llegada triunfal de Jesús.
La celebración del Domingo de Ramos, día en que cada año se recuerda aquel histórico momento, fue ayer una fiesta de fe, devoción, alabanza y alegría, con lo cual se dio por iniciada la Semana Santa.
La cantidad de fieles fue tal que en cada una de las misas celebradas ayer la catedral San Pedro Apóstol el templo era insuficiente para albergar a todos los asistentes.
A las 6:00 am, ya la catedral estaba repleta para la primera misa del día oficiada por el padre Saturnino Senis.
También en la misa de las 7:30 am el templo se llenó por completo.
Sin embargo, la reunión más concurrida y acto principal fue a las 8:00 am, cuando miles de católicos se reunieron en el instituto María Auxiliadora para iniciar ahí una procesión encabezada por el obispo Ángel Garachana con rumbo a la catedral sampedrana.
Durante la caminata, los feligreses entonaron cánticos y agitaron ramos verdes, emulando la llegada de Jesús.
Al llegar al templo e mpezó otra misa oficiada por monseñor Garachana.
Reflexión
El obispo recordó a los presentes que la Semana Santa conmemora el gran sufrimiento de Jesús para que los pecados de todos fueran perdonados.
“Todo esto, su sacrificio, lo hace el Señor por nosotros, es por el amor que nos tiene; pero entonces viene la pregunta: ¿y yo, discípulo de Cristo, qué voy a hacer? La respuesta es sencilla. Seamos con otros como el Señor es con nosotros”, expresó Garachana en la homilía.
El obispo instó a que en cada acción se trate de imitar el ejemplo de Jesús.
“Hagámonos preguntas para saber cómo actuar. El Señor asume mi dolor, entonces ¿cómo puedo asumir y acompañar el dolor de los demás? El Señor me ama hasta el perdón; preguntémonos cómo puedo yo amar así. El Señor carga con mi cruz; ¿cómo puedo ayudar a los demás a cargar la suya?”, dijo monseñor.
Garachana invitó a los feligreses a disfrutar las vacaciones con moderación y dedicar tiempo a enriquecer el espíritu.
“Les invito a que entremos en la relación con el Señor, que la semana sea un encuentro intenso con Jesús. Busquémoslo, meditemos, escuchemos su palabra”, declaró monseñor en su mensaje.
Como sucedió hace más de 2,000 años en Jerusalén, miles de personas se reunieron ayer en San Pedro Sula para conmemorar con palmas y cánticos la llegada triunfal de Jesús.
La celebración del Domingo de Ramos, día en que cada año se recuerda aquel histórico momento, fue ayer una fiesta de fe, devoción, alabanza y alegría, con lo cual se dio por iniciada la Semana Santa.
La cantidad de fieles fue tal que en cada una de las misas celebradas ayer la catedral San Pedro Apóstol el templo era insuficiente para albergar a todos los asistentes.
A las 6:00 am, ya la catedral estaba repleta para la primera misa del día oficiada por el padre Saturnino Senis.
También en la misa de las 7:30 am el templo se llenó por completo.
Sin embargo, la reunión más concurrida y acto principal fue a las 8:00 am, cuando miles de católicos se reunieron en el instituto María Auxiliadora para iniciar ahí una procesión encabezada por el obispo Ángel Garachana con rumbo a la catedral sampedrana.
Durante la caminata, los feligreses entonaron cánticos y agitaron ramos verdes, emulando la llegada de Jesús.
Al llegar al templo e mpezó otra misa oficiada por monseñor Garachana.
 Cada parroquia celebró la fecha, pero el acto principal fue en la catedral San Pedro Apóstol.
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El obispo recordó a los presentes que la Semana Santa conmemora el gran sufrimiento de Jesús para que los pecados de todos fueran perdonados.
“Todo esto, su sacrificio, lo hace el Señor por nosotros, es por el amor que nos tiene; pero entonces viene la pregunta: ¿y yo, discípulo de Cristo, qué voy a hacer? La respuesta es sencilla. Seamos con otros como el Señor es con nosotros”, expresó Garachana en la homilía.
El obispo instó a que en cada acción se trate de imitar el ejemplo de Jesús.
“Hagámonos preguntas para saber cómo actuar. El Señor asume mi dolor, entonces ¿cómo puedo asumir y acompañar el dolor de los demás? El Señor me ama hasta el perdón; preguntémonos cómo puedo yo amar así. El Señor carga con mi cruz; ¿cómo puedo ayudar a los demás a cargar la suya?”, dijo monseñor.
Garachana invitó a los feligreses a disfrutar las vacaciones con moderación y dedicar tiempo a enriquecer el espíritu.
“Les invito a que entremos en la relación con el Señor, que la semana sea un encuentro intenso con Jesús. Busquémoslo, meditemos, escuchemos su palabra”, declaró monseñor en su mensaje.
Vida eterna
Garachana manifestó que la bondad, la entrega y el amor de Jesús no tuvieron límites. “Ejemplo nos ha dado. Lávense los pies unos a otros, sírvanse, ayúdense. Si vivimos así esta Semana Santa, con estos sentimientos y acciones, celebraremos con alegría el próximo Domingo de Resurrección el triunfo de Jesús sobre la muerte. Ese triunfo que esperamos algún día alcanzar todos nosotros”, indicó el obispo.
Tras la misa, los fieles salieron al atrio de la catedral para recibir la tradicional bendición de palmas.
Desde el balcón del templo, monseñor Garachana lanzó agua bendita mientras abajo los feligreses agitaban los ramos regocijados en la fiesta de fe.
Lucía Benavides, una de las asistentes a la misa, dijo que cada año viajan para participar en la conmemoración.
“Hace cinco años nos fuimos de San Pedro Sula con mi familia, pero celebramos estas fechas en esta catedral por costumbre”, indicó.
Federico Rivera afirmó que irá con a todos los actos de la iglesia en Semana Santa.
“Me llena de gozo compartir estas ceremonias con mis hijos y esposa. Vamos felices con nuestras palmas bendecidas”, expresó.
