18/04/2024
11:37 AM

Pateplumas, ejemplos en educación en Honduras

En esas aldeas hay escuelas, pero los colegios se localizan en el casco urbano del municipio, a kilómetros de distancia.

Concepción del Norte, Santa Bárbara, Honduras.

Cada año, la Corporación Municipal de este municipio de Santa Bárbara destina una cantidad de su presupuesto para apoyar la educación mediante el novedoso proyecto pailitas gratis.

Concepción del Norte es un municipio de alrededor de 12,000 habitantes y 20 aldeas lejanas cuyos accesos son de tierra. En esas aldeas hay escuelas, pero los colegios se localizan en el casco urbano del municipio, a kilómetros de distancia.

De este municipio han salido los campeones de las olimpiadas de matemáticas y hay alumnos con excelencia académica que han logrado culminar sus estudios gracias al programa pailitas gratis de la Municipalidad.

La pobreza y la lejanía de las aldeas son los problemas que sus pobladores afrontan para que sus hijos estudien. Hay sitios donde únicamente entran los carros de doble tracción, por lo que hace 16 años inició el proyecto al que le han dado continuidad los alcaldes. El objetivo es que los alumnos tengan transporte gratis para viajar desde sus aldeas a los centros educativos del casco urbano. Comenzaron con un carro y ahora tienen 20, que trasladan todos los días a 330 alumnos de 20 aldeas que estudian en los institutos Manuel Hernández, Luis Bográn y 15 de Septiembre, este último en Villanueva, Cortés.

El alcalde de Concepción del Norte, Miguel Ángel Bueso Torres, dice que la educación es prioridad en este municipio. El proyecto ha mejorado la educación y el sistema de vida de las personas. “Es un transporte que viene de todas las aldeas y se da a quien lo necesita”.

Foto: La Prensa

Isidro Ramos es el encargado de supervisar el sistema de transporte gratuito para estudiantes.
El alcalde, quien tiene tres períodos al frente, lamentó que no haya suficientes fuentes de trabajo en ese municipio, pero dice que está satisfecho porque este proyecto tiene doble función: generar empleo con el transporte contratado y, lo más importante, dar oportunidad a los jóvenes. “El dinero empleado es de las transferencias y se gastan casi dos millones de lempiras al año”. Los carros pertenecen a personas de las aldeas que viajan diariamente y son supervisados por una persona con retos especiales encargada de llevar un control de los motoristas.

Federico Gómez, profesor del instituto Manuel Hernández, dice que ese bono es importante porque hay alumnos que para poder tomar la “pailita” salen de sus casas a las 4:00 am y caminan una hora.

“Así, muchos han logrado educarse y hoy son profesionales. Dice que es uno de los grandes aportes de las autoridades municipales en pro de la Educación. Los jóvenes se muestran agradecidos porque solo así pueden continuar sus estudios.

Foto: La Prensa

No importando las pocas comodidades, los jóvenes viajan a diario en las pailitas.

Foto: La Prensa