San Pedro Sula, Honduras.
En medio de un torbellino judicial se encuentra una mujer acusada de cometer actos de lujuria con su hijastro desde que este tenía 8 años de edad, a quien además habría violado al cumplir los 14 años, según una denuncia interpuesta en el juzgado de Letras de lo Penal por la Fiscalía de la niñez de San Pedro Sula, al norte de Honduras.
La imputada es Karen Patricia Mendoza Fajardo, una guapa muchacha de 31 años, quien alega que la denuncia es una patraña de su exmarido Santos Edelmiro Alvarado, un catedrático de educación secundaria, quien juró que la vería tras las rejas porque no quiso volver con él.
Alvarado asegura que su hijo, quien ahora tiene 18 años, ha quedado afectado psicológicamente por los abusos de que fue víctima a causa de los ímpetus de su exmujer.
“Lo ponía a que la masturbara y a los 14 años que lo vio grandecito abusó de él”, dijo el hombre de cincuenta años.
El niño no decía nada porque ella le metía miedo diciéndole que a los dos los iban a meter a la cárcel si el papá se daba cuenta.
Además, ‘cuando seas grande yo seguiré siendo tu mujer, aunque tengas novia’”, le decía Karen al niño, según la versión del papá. Pero la verdad es que el niño también es víctima de la actitud perversa de Alvarado porque lo obligó a que dijera todo eso en los tribunales, refuta Karen.
Una casa de bloques de la colonia Montefresco de San Pedro Sula, fue el escenario del infierno vivido por Karen a causa de los maltratos de su marido, quien terminó usando al cipote para que declara contra ella en la Fiscalía de la niñez, de acuerdo a lo declarado por la imputada.
Ella se encuentra con medidas sustitutivas de la prisión por el supuesto delito de actos de lujuria agravados en concurso real, según el expediente del Juzgado de Letras de los Penal.
Al ser indagado por la Fiscalía de la Niñez, el menor confesó que cuando tenía ocho años, estando en la casa, una noche que no estaba el padre, durmió con su madrastra en la cama y fue cuando esta le bajó el short y empezó a tocarle los genitales.
A la vez ella le pidió que le tocara los de ella y él la masturbó hasta que llegó al orgasmo.
“Eso solo fue ese día, porque fueron varias veces, me tocaba y yo también la tocaba (...) y yo me quedaba a dormir con Karen porque mi papá no estaba en la casa”, según lo declarado por el menor a los 17 años de edad.
El joven negó que alguien le dijera que declarara todo eso contra Karen en la Fiscalía de la Niñez.
La pareja
Karen conoció a Santos Edelmiro cuando este era catedrático de un colegio de Santa Bárbara y ella era su alumna. Desde entonces él comenzó a acosarla con tocaditas, en los pasillos, o guiños, en el aula; pero no pasó a más.
Cuando la muchacha se graduó como contadora, él convenció a la madre para que le permitiera llevarla a trabajar a su casa de San Pedro Sula, pues recién se había separado de su esposa y estaba solo con los hijos que esta le había dejado. Entre ellos estaba el niño de cuatro años.
En aquella casa logró retener a su exalumna hasta que la convirtió en su mujer. De esa relación nacieron dos niñas que ahora comparten a medias porque, a raíz de las denuncias de violencia doméstica interpuestas por ella, los tribunales aún no deciden a quién corresponde la patria potestad, aunque la guardia y custodia la tiene ella.
Viviendo en la Montefresco surgieron las desavenencias entre la pareja en las que hubo golpes de por medio y comenzó una guerra de demandas interpuestas por él que ella iba desvirtuando.
En uno de esos pleitos judiciales la policía obligó al marido a abandonar su propia casa, pero él convenció a Karen que le permitiera quedarse aunque fuera en el corredor con la promesa que ya no la iba a agredir.
Al retomar el control de la situación le rogó a Karen que retirara la denuncia y reanudaran las relaciones, pero ella optó por irse de la casa con el dolor de dejarle los hijos. En una de esas fue cuando Alvarado amenazó con denunciarla por el delito de violación en contra de su hijastro.
En medio de un torbellino judicial se encuentra una mujer acusada de cometer actos de lujuria con su hijastro desde que este tenía 8 años de edad, a quien además habría violado al cumplir los 14 años, según una denuncia interpuesta en el juzgado de Letras de lo Penal por la Fiscalía de la niñez de San Pedro Sula, al norte de Honduras.
La imputada es Karen Patricia Mendoza Fajardo, una guapa muchacha de 31 años, quien alega que la denuncia es una patraña de su exmarido Santos Edelmiro Alvarado, un catedrático de educación secundaria, quien juró que la vería tras las rejas porque no quiso volver con él.
Alvarado asegura que su hijo, quien ahora tiene 18 años, ha quedado afectado psicológicamente por los abusos de que fue víctima a causa de los ímpetus de su exmujer.
“Lo ponía a que la masturbara y a los 14 años que lo vio grandecito abusó de él”, dijo el hombre de cincuenta años.
El niño no decía nada porque ella le metía miedo diciéndole que a los dos los iban a meter a la cárcel si el papá se daba cuenta.
Además, ‘cuando seas grande yo seguiré siendo tu mujer, aunque tengas novia’”, le decía Karen al niño, según la versión del papá. Pero la verdad es que el niño también es víctima de la actitud perversa de Alvarado porque lo obligó a que dijera todo eso en los tribunales, refuta Karen.
Una casa de bloques de la colonia Montefresco de San Pedro Sula, fue el escenario del infierno vivido por Karen a causa de los maltratos de su marido, quien terminó usando al cipote para que declara contra ella en la Fiscalía de la niñez, de acuerdo a lo declarado por la imputada.
Ella se encuentra con medidas sustitutivas de la prisión por el supuesto delito de actos de lujuria agravados en concurso real, según el expediente del Juzgado de Letras de los Penal.
Al ser indagado por la Fiscalía de la Niñez, el menor confesó que cuando tenía ocho años, estando en la casa, una noche que no estaba el padre, durmió con su madrastra en la cama y fue cuando esta le bajó el short y empezó a tocarle los genitales.
A la vez ella le pidió que le tocara los de ella y él la masturbó hasta que llegó al orgasmo.
“Eso solo fue ese día, porque fueron varias veces, me tocaba y yo también la tocaba (...) y yo me quedaba a dormir con Karen porque mi papá no estaba en la casa”, según lo declarado por el menor a los 17 años de edad.
El joven negó que alguien le dijera que declarara todo eso contra Karen en la Fiscalía de la Niñez.
La pareja
Karen conoció a Santos Edelmiro cuando este era catedrático de un colegio de Santa Bárbara y ella era su alumna. Desde entonces él comenzó a acosarla con tocaditas, en los pasillos, o guiños, en el aula; pero no pasó a más.
Cuando la muchacha se graduó como contadora, él convenció a la madre para que le permitiera llevarla a trabajar a su casa de San Pedro Sula, pues recién se había separado de su esposa y estaba solo con los hijos que esta le había dejado. Entre ellos estaba el niño de cuatro años.
En aquella casa logró retener a su exalumna hasta que la convirtió en su mujer. De esa relación nacieron dos niñas que ahora comparten a medias porque, a raíz de las denuncias de violencia doméstica interpuestas por ella, los tribunales aún no deciden a quién corresponde la patria potestad, aunque la guardia y custodia la tiene ella.
Viviendo en la Montefresco surgieron las desavenencias entre la pareja en las que hubo golpes de por medio y comenzó una guerra de demandas interpuestas por él que ella iba desvirtuando.
En uno de esos pleitos judiciales la policía obligó al marido a abandonar su propia casa, pero él convenció a Karen que le permitiera quedarse aunque fuera en el corredor con la promesa que ya no la iba a agredir.
Al retomar el control de la situación le rogó a Karen que retirara la denuncia y reanudaran las relaciones, pero ella optó por irse de la casa con el dolor de dejarle los hijos. En una de esas fue cuando Alvarado amenazó con denunciarla por el delito de violación en contra de su hijastro.
 Karen Patricia Mendoza fue denunciada por su exesposo y tiene medidas sustitutivas.
|
