Tegucigalpa, Honduras
Invitaciones comprometedores, pornografía, favores sexuales, agresiones físicas, presiones laborales, amenazas, gestos, comentarios, chistes y bromas dejarán de pertenecer al vocabulario entre alumnas, alumnos y maestros de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
El acoso sexual se ha convertido en un tema real tras el despido de cuatro docentes investigados por la Unidad contra el Acoso Sexual, dirigida por Dayanara Guillén, la que registra 12 denuncias de acoso en los últimos años. Y la unidad espera que el delito comience a denunciarse tras la nueva campaña al respecto en la institución.
“Las denuncias que se dan son pocas, creemos que el temor a denunciar todavía está latente. En Honduras no tenemos la costumbre de la denuncia y en la Universidad, principalmente, la estudiante no lo hace por temor a encontrarse al maestro después u otro tipo de represalias”, manifestó Guillén.
De los 12 casos que la unidad registra, tres fueron trasladados a la Fiscalía de la Mujer, los demás se han desvanecido en lo interno y a otros no se les pudo comprobar. “La mayoría de denuncias son de mujeres estudiantes contra docentes, aunque hay un caso de un estudiante que denunció a su maestra por acoso sexual. También hay de docentes a personal administrativo de la Unah. Aquí vienen las víctimas a contar lo sucedido que va desde insinuaciones verbales hasta contactos físicos forzados”, explicó Guillén.
Las sanciones hasta las que puede llegar esta unidad no implican cárcel. Son cinco despidos los que se registran hasta la fecha: tres docentes en Ciudad Universitaria, un administrativo en el Hospital Escuela Universitario (HEU) y otro administrativo en la Unah-vs. “Fueron acercamientos forzados, como besos a la fuerza, acercamiento corporal en cubículos encerrados, fuera de la Universidad, mensajes por Whatsapp y a través de correo electrónico. Otro caso se dio en la Facultad de Medicina entre empleados”, informó la comisionada universitaria, María Navarro.
La mayoría de denuncias de acoso sexual no prosperan hasta el área judicial, ya que las víctimas desisten por temor a sus agresores. En lo que respecta al acoso sexual universitario, la Fiscalía de la Mujer reportó la existencia de tres expedientes que llegaron desde la oficina del Comisionado Universitario.
“Es muy difícil comprobar el acoso sexual porque se comete en el anonimato donde solo es el agresor y la víctima. Generalmente, el agresor se asegura de amedrentar a la víctima, por lo que esta decide no contar.
En muchos casos le dicen a la víctima que es su culpa por la manera en cómo se viste, lo que provoca la conducta del agresor. Todo esto impide que las o los estudiantes denuncien”, afirmó la fiscal especial de la Mujer, Irma Amaya.
El Código Penal vigente identifica el delito como hostigamiento sexual, que según la fiscal es lo mismo que acoso sexual. “Se reciben alrededor de dos denuncias de acoso sexual en la Unah, aunque hace unos años se recibió una serie de denuncias ocurridas en la Facultad de Ciencias Médicas, lo que puso al descubierto el problema. En general solo se han conocido tres sentencias por acoso sexual; no obstante, pronto estaremos judicializando un caso de acoso ocurrido entre empleados en la Unah”, refirió Amaya.
La fiscal agregó que una de las herramientas que les está ayudando a comprobar el hostigamiento sexual es a través de los mensajes enviados por teléfonos celulares y en redes sociales, delito que podría llevar a los acosadores a la cárcel de tres a seis años, según el Código Penal.
 Las denuncias de los estudiantes han aumentado.
|
