San Pedro Sula, Honduras.
Tras seis meses de trabajo dentro del hospital más grande de la zona noroccidental del país, la comisión interventora del Mario Catarino Rivas entregó el informe de resultados a la titular de la Secretaría de Salud y a la primera dama Ana García de Hernández.
En la reunión de más de tres horas, las autoridades del centro asistencial detallaron el trabajo que han hecho durante el período de intervención.
En primera instancia, la interventora y la militarización del hospital continúan hasta nombrar una nueva junta administradora integrada por algunas personas que forman la comisión actualmente.
Yolany Batres, ministra de Salud, manifestó que el trabajo expuesto por la comisión es bastante amplio si se considera el poco tiempo de ejecución, por lo que se mostró satisfecha.
“El problema en el Rivas era multicausal. Había casos de corrupción, problemas administrativos, desabastecimiento, mala atención al paciente, inseguridad, falta de recurso humano, entre otras situaciones; muchas han sido superadas y otras poco a poco se irán mejorando. No se puede negar que el trabajo ha sido exhaustivo y bien hecho, pero todavía se debe trabajar mucho. Parte de las acciones que ya se han realizado para depurar el hospital son los despidos de personas que no cumplían la normativa y se han hecho audiencias para constatar irregularidades o malas acciones de exempleados”, indicó Batres.
Entre los principales hallazgos se destacan la inseguridad que imperaba en todas las áreas y la falta de controles internos, incumplimientos de horarios y jornadas laborales, ausentismo elevado del personal y atención centrada en el empleado y no en los pacientes. Esas situaciones se han mejorado, según la evaluación de la Secretaría a la comisión.
La situación del hospital se caracterizaba por el alto grado de insatisfacción de los pacientes, debilidad gerencial, indisciplina, falta de controles internos, cultura institucional deteriorada y completo irrespeto a la institución.
Las modificaciones realizadas por los interventores del hospital incluyen los cambios de jefatura en las áreas de enfermería, pediatría, cirugía y ortopedia.
La primera dama destacó la labor realizada hasta la fecha y enfatizó en la ayuda que el informe representará para el hospital Rivas. “Esto más que un informe es una ruta y un lineamiento para recuperar el hospital. El camino ya está comenzado, pero falta mucho por recorrer.
Las instrucciones que aquí se detallan definitivamente serán tomadas en cuenta por el Gobierno, que está tan enfocado en mejorar el sector salud de todo el país”, expresó García.
Merlín Fernández, presidente de la comisión, dijo que no podían asegurar que ya no hay irregularidades. “No estamos totalmente blindados. Siempre hay personas que intentan burlarnos, pero logramos identificarlos y tomamos las acciones pertinentes. Necesitamos seguir fortaleciendo la inteligencia interna del hospital”.
La comisión propone alternativas de gestión sin perder el nivel de seguridad logrado hasta el momento.
Tras seis meses de trabajo dentro del hospital más grande de la zona noroccidental del país, la comisión interventora del Mario Catarino Rivas entregó el informe de resultados a la titular de la Secretaría de Salud y a la primera dama Ana García de Hernández.
En la reunión de más de tres horas, las autoridades del centro asistencial detallaron el trabajo que han hecho durante el período de intervención.
En primera instancia, la interventora y la militarización del hospital continúan hasta nombrar una nueva junta administradora integrada por algunas personas que forman la comisión actualmente.
Yolany Batres, ministra de Salud, manifestó que el trabajo expuesto por la comisión es bastante amplio si se considera el poco tiempo de ejecución, por lo que se mostró satisfecha.
“El problema en el Rivas era multicausal. Había casos de corrupción, problemas administrativos, desabastecimiento, mala atención al paciente, inseguridad, falta de recurso humano, entre otras situaciones; muchas han sido superadas y otras poco a poco se irán mejorando. No se puede negar que el trabajo ha sido exhaustivo y bien hecho, pero todavía se debe trabajar mucho. Parte de las acciones que ya se han realizado para depurar el hospital son los despidos de personas que no cumplían la normativa y se han hecho audiencias para constatar irregularidades o malas acciones de exempleados”, indicó Batres.
Entre los principales hallazgos se destacan la inseguridad que imperaba en todas las áreas y la falta de controles internos, incumplimientos de horarios y jornadas laborales, ausentismo elevado del personal y atención centrada en el empleado y no en los pacientes. Esas situaciones se han mejorado, según la evaluación de la Secretaría a la comisión.
La situación del hospital se caracterizaba por el alto grado de insatisfacción de los pacientes, debilidad gerencial, indisciplina, falta de controles internos, cultura institucional deteriorada y completo irrespeto a la institución.
Las modificaciones realizadas por los interventores del hospital incluyen los cambios de jefatura en las áreas de enfermería, pediatría, cirugía y ortopedia.
La primera dama destacó la labor realizada hasta la fecha y enfatizó en la ayuda que el informe representará para el hospital Rivas. “Esto más que un informe es una ruta y un lineamiento para recuperar el hospital. El camino ya está comenzado, pero falta mucho por recorrer.
Las instrucciones que aquí se detallan definitivamente serán tomadas en cuenta por el Gobierno, que está tan enfocado en mejorar el sector salud de todo el país”, expresó García.
Merlín Fernández, presidente de la comisión, dijo que no podían asegurar que ya no hay irregularidades. “No estamos totalmente blindados. Siempre hay personas que intentan burlarnos, pero logramos identificarlos y tomamos las acciones pertinentes. Necesitamos seguir fortaleciendo la inteligencia interna del hospital”.
La comisión propone alternativas de gestión sin perder el nivel de seguridad logrado hasta el momento.
