Choloma, Honduras.
Mientras la mayoría de jóvenes de 17 años compiten por ser los más altos y tener músculos pronunciados, Jairo Josué Hernández Pineda se preocupa porque a pesar de estar próximo a cumplir 18 años, tiene la apariencia de un niño de 9.
Su altura, que no es mayor a los 128 centímetros, y rostro angelical, hacen que las personas consideren casi imposible que Jairo tenga 17 años.
El joven en cuerpo de niño ha tenido que adaptarse a las actividades y juegos de sus pequeños vecinos del barrio El Chaparro, en Choloma. “No me molesta jugar con ellos, la gente no me cree cuando les digo mi verdadera edad”, relató con una tímida sonrisa.
Hernández manifestó a
LA PRENSA que le gustaría ser como los demás adolescentes y que las personas no lo miraran como algo raro por su apariencia de niño.
“Me gustaría tener un empleo para ayudar a mi mamá y mis hermanos, ya había conseguido trabajo en una tienda de artesanías, pero a mi jefa le mandaron varias notas porque no podía tener menores de edad y me despidió”, expresó. Jairo aseguró que le gustaría recibir ayuda para que un doctor lo examinara y pudieran ayudarle a crecer.
Pese a su situación, Hernández estudia con el programa Educatodos, donde fue beneficiado con una beca por ser buen alumno, el próximo año termina su educación primaria y está entusiasmado por entrar al colegio.
La madre del joven, Inocencia Pineda López, dijo que Jairo es el sexto de sus ocho hijos, quien nació por parto normal en el hospital Mario Rivas. De pequeño padeció de muchas enfermedades y al año de nacimiento le diagnosticaron soplo en el corazón.
“Mi situación económica no me ha permitido llevar a Jairo donde algún doctor, sé que no es algo normal y que se necesitan varios exámenes y tratamientos”, agregó.
Pineda notó que el crecimiento de su hijo era poco en comparación a sus otros hermanos que nacieron años después.
“A pesar de la edad de mi hijo, yo siempre lo miro como un niñito pequeño y él me dice que tengo que verlo como un adulto”, agregó.
Los familiares manifestaron que el resto de personas se burlan y los niños y jóvenes del barrio siempre hacen bromas por su apariencia.
Ya tiene contraseña
Jairo Hernández visitó varias veces el Registro Nacional de las Personas (RNP) para tramitar su tarjeta de identidad, pero era rechazado porque no le creían.
“Un día me tocó acompañarlo al registro y ponerme seria con las personas que nos atendieron, y al ver su partida de nacimiento se quedaron impresionados, pero al fin le dieron la contraseña de la identidad”, expresó su hermana Wendy Hernández.
Mientras la mayoría de jóvenes de 17 años compiten por ser los más altos y tener músculos pronunciados, Jairo Josué Hernández Pineda se preocupa porque a pesar de estar próximo a cumplir 18 años, tiene la apariencia de un niño de 9.
Su altura, que no es mayor a los 128 centímetros, y rostro angelical, hacen que las personas consideren casi imposible que Jairo tenga 17 años.
El joven en cuerpo de niño ha tenido que adaptarse a las actividades y juegos de sus pequeños vecinos del barrio El Chaparro, en Choloma. “No me molesta jugar con ellos, la gente no me cree cuando les digo mi verdadera edad”, relató con una tímida sonrisa.
 A pesar de tener la contraseña original de la tarjeta de identidad, las personas no le dan empleo por su apariencia de niño pequeño.
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“Me gustaría tener un empleo para ayudar a mi mamá y mis hermanos, ya había conseguido trabajo en una tienda de artesanías, pero a mi jefa le mandaron varias notas porque no podía tener menores de edad y me despidió”, expresó. Jairo aseguró que le gustaría recibir ayuda para que un doctor lo examinara y pudieran ayudarle a crecer.
Pese a su situación, Hernández estudia con el programa Educatodos, donde fue beneficiado con una beca por ser buen alumno, el próximo año termina su educación primaria y está entusiasmado por entrar al colegio.
La madre del joven, Inocencia Pineda López, dijo que Jairo es el sexto de sus ocho hijos, quien nació por parto normal en el hospital Mario Rivas. De pequeño padeció de muchas enfermedades y al año de nacimiento le diagnosticaron soplo en el corazón.
“Mi situación económica no me ha permitido llevar a Jairo donde algún doctor, sé que no es algo normal y que se necesitan varios exámenes y tratamientos”, agregó.
 Óscar Francisco Zúniga girón, pediatra endocrinólogo, manifestó que es necesario evaluar a Jairo para ver si tiene deficiencia de la hormona del crecimiento.
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“A pesar de la edad de mi hijo, yo siempre lo miro como un niñito pequeño y él me dice que tengo que verlo como un adulto”, agregó.
Los familiares manifestaron que el resto de personas se burlan y los niños y jóvenes del barrio siempre hacen bromas por su apariencia.
Ya tiene contraseña
Jairo Hernández visitó varias veces el Registro Nacional de las Personas (RNP) para tramitar su tarjeta de identidad, pero era rechazado porque no le creían.
“Un día me tocó acompañarlo al registro y ponerme seria con las personas que nos atendieron, y al ver su partida de nacimiento se quedaron impresionados, pero al fin le dieron la contraseña de la identidad”, expresó su hermana Wendy Hernández.
 Sus hermanos de 10 y 13 años son evidentemente más altos.
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