Tegucigalpa, Honduras.
Autoridades hondureñas informarón que el próximo miércoles iniciará la subasta de medio centenar de vehículos de lujo de más de 650 incautados que serán vendidos y que han estado asignados a altos funcionarios públicos.
El anuncio lo hizo el secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, Ebal Díaz, quien dijo que hasta ahora no se sabe cuánto dinero percibirá el Estado por la venta de los autos, debido a que el coste de cada unidad varía dependiendo de sus características.
Las camionetas que serán subastadas tienen un coste que oscila entre 500.000 y 1,5 millones de lempiras (entre 23.000 y 69.285 dólares), agregó.
Díaz indicó que el Ejecutivo hondureño envió, en fecha no precisada, al Congreso Nacional un proyecto de decreto orientado a que autorice que la Dirección Ejecutiva de Ingresos exonere del pago de impuestos los vehículos que tienen mora.
Tradicionalmente, los altos funcionarios de Honduras se han movilizado en vehículos de lujo, de alta cilindrada, lo que implica una alta factura por combustibles y mantenimiento, en un país donde alrededor del 70 % de sus 8,5 millones de habitantes son pobres.
Autoridades hondureñas informarón que el próximo miércoles iniciará la subasta de medio centenar de vehículos de lujo de más de 650 incautados que serán vendidos y que han estado asignados a altos funcionarios públicos.
El anuncio lo hizo el secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, Ebal Díaz, quien dijo que hasta ahora no se sabe cuánto dinero percibirá el Estado por la venta de los autos, debido a que el coste de cada unidad varía dependiendo de sus características.
Las camionetas que serán subastadas tienen un coste que oscila entre 500.000 y 1,5 millones de lempiras (entre 23.000 y 69.285 dólares), agregó.
Díaz indicó que el Ejecutivo hondureño envió, en fecha no precisada, al Congreso Nacional un proyecto de decreto orientado a que autorice que la Dirección Ejecutiva de Ingresos exonere del pago de impuestos los vehículos que tienen mora.
Tradicionalmente, los altos funcionarios de Honduras se han movilizado en vehículos de lujo, de alta cilindrada, lo que implica una alta factura por combustibles y mantenimiento, en un país donde alrededor del 70 % de sus 8,5 millones de habitantes son pobres.
