Tegucigalpa, Honduras
Autoridades del Hospital Escuela Universitario determinaron ayer extremar las medidas de seguridad en el centro.
Luego del asesinato de un interno del hospital se adoptarán nuevas medidas para ingresar al centro, según señala un comunicado oficial.
El documento indica que: “El Hospital reforzará e incrementará las medidas de seguridad para los pacientes y el personal que labora en el centro asistencial, ratificando el compromiso de brindar atención médica a las personas sin discriminar credo, condición étnica y social”.
Autoridades del Hospital Escuela Universitario determinaron ayer extremar las medidas de seguridad en el centro.
Luego del asesinato de un interno del hospital se adoptarán nuevas medidas para ingresar al centro, según señala un comunicado oficial.
El documento indica que: “El Hospital reforzará e incrementará las medidas de seguridad para los pacientes y el personal que labora en el centro asistencial, ratificando el compromiso de brindar atención médica a las personas sin discriminar credo, condición étnica y social”.
Señala que el Hospital Escuela es un centro especializado “en el área médica, no de seguridad, pese a esto, este es uno de los dos casos de violencia acaecidos en nuestras instalaciones en los últimos diez años”.
Además indica que se decidió que al momento de la visita de los pacientes “se registrarán de forma más minuciosa a los familiares por la seguridad de ellos y de los ingresados, por lo que se pide paciencia y apoyo”.
El comunicado reitera también que los empleados deberán ingresar portando su carné de identificación de manera obligatoria, al igual que los estudiantes de la Facultad de Medicina y de otras universidades que ingresan al hospital.
Sin embargo, la autoridades reconocen su débil capacidad para brindar seguridad al interior del hospital, por lo que piden “un mayor apoyo al Hospital Escuela de parte de los entes del Estado especializados en el tema de Seguridad”.
El documento culmina anunciando que en un futuro cercano se darán a conocer otras disposiciones de tipo administrativo para reforzar las medidas de seguridad en el hospital.
Débil registro
En horas más tempranas, la jefa de Emergencias del hospital, Roxana Araujo, aseguró que el problema no era de falta de seguridad sino de chequeo a la hora del ingreso.
“No es el problema de la vigilancia, recuerde que nosotros hemos aumentado las medidas, hemos resguardado”, manifestó.
“El problema es que cuando los pacientes están varios días hospitalizados, los familiares les traen comida, aparte de alimento les traen ropa de cama o cosas así, son bolsas que pasan y que no son supervisadas de forma minuciosa por los guardias”, agregó.
Justificó que estas maletas no son revisadas correctamente “porque se supone que el familiar lo que le trae es algo a su pariente”.
Sin embargo, dijo que de ahora en adelante estas bolsas serán sumamente revisadas por la frecuencia con la que se reciben pacientes de alto riesgo.
“Lamentamos que un hecho de estos suceda, sabemos que aquí tenemos muchos pacientes de riesgo, aquí vienen todos los pacientes heridos que son por violencia y pues traen una repercusión”, manifestó.
“Nosotros hacemos un esfuerzo enorme por resguardarlos, por aumentar la vigilancia, pero hay casos cuando son estos asesinatos que son premeditados, que esta gente estudia todos los movimientos, inclusive hasta de los familiares para aprovechar esos momentos”, comentó.
Sin embargo, Araujo reconoció que ya tenían conocimiento de que el paciente asesinado corría un grave riesgo.
“A este paciente se le había autorizado también que permanentemente estuviera vigilado por un familiar, porque ya habían antecedentes de la familia de enemistades y que por eso había sido la herida que lo trajo al hospital”, dijo.
Además reconoció que el hecho pudo suscitarse por la falta de controles que permiten detectar el ingreso de armas de fuego o armas blancas.
“Recuerde que los arcos de seguridad (detectores de metales) los tenemos nosotros en las áreas de la emergencia, que es donde tenemos los accidentados, hasta ahí el paciente se restablece, se opera y se sube a la sala”, explicó.
“Los arcos de seguridad pues son costosos, no los tenemos en todas partes, en las salas no hay cómo detectar metales y las personas, los asesinos se la ingenian para meter cualquier arma”, añadió.
Araujo razonó en que lo ideal es que el centro pueda adquirir más detectores de metales e instalarlas en las salas.
“Poner arcos en todas la salas si es posible porque no podemos estarle registrando uno por uno a las cinco mil personas que llegan a visitar a los familiares de forma diaria”, expresó.
Sin videos
Lamentablemente, para la investigación del fatídico hecho no se tendrá el apoyo visual de las cámaras del centro, ya que estas no fueron colocadas en lugares estratégicos para detectar cualquier anomalía.
Se intentó dialogar con los responsables de la seguridad privada e interna pero estos se negaron a brindar detalles sobre el hecho a los medios de comunicación.
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