Tegucigalpa, Honduras.
El Primer Batallón de Infantería de las Fuerzas Armadas, ubicado en la aldea de Mateo, cada vez tiene más inquilinos.
Un módulo habilitado en la base militar alberga a cinco ciudadanos, no militares, acusados de cometer diversos delitos.
Cada una de las celdas mide dos metros de ancho por cuatro de largo, tiene una cama de cemento y su estructura es de tres paredes de bloque y enfrente una puerta de barrotes metálicos.
Mediante un decreto, el Poder Ejecutivo habilitó tres instalaciones policiales y militares como centros de detención preventiva para presos que son enviados por los respectivos juzgados o el Ministerio Público, por considerar que sus vidas corren peligro en los demás centros carcelarios.
Reclusos
El último ingreso en el batallón es del diputado José Luis Galdámez, acusado por el homicidio del taxista Marvin Alexander Sánchez García y por tentativa de homicidio en perjuicio del también ruletero Eduardo Flores.
También se encuentra José Ramón Bertetty, exadministrador general del Instituto Hondureño de Seguridad Social (Ihss), acusado de cohecho, fraude y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas.
Según el Ministerio Público, Bertetty es parte del grupo de funcionarios que llevó a una crisis financiera al Seguro Social, adquiriendo con sus fondos lujosas residencias y creando falsas empresas con las cuales lavaron el dinero producto de los actos de corrupción.
Estos funcionarios del Estado son acompañados por tres agentes de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), acusados del crimen contra dos mujeres en la colonia Loarque.
Los presuntos homicidas son Fredy Gerardo Mendoza Arriaza, Gregorio Alexander Meraz y Marvin Joel Suárez.
El coronel José Sánchez, portavoz de las Fuerzas Armadas, declaró que los reclusos no gozan de ningún privilegio.
El Primer Batallón de Infantería de las Fuerzas Armadas, ubicado en la aldea de Mateo, cada vez tiene más inquilinos.
Un módulo habilitado en la base militar alberga a cinco ciudadanos, no militares, acusados de cometer diversos delitos.
Cada una de las celdas mide dos metros de ancho por cuatro de largo, tiene una cama de cemento y su estructura es de tres paredes de bloque y enfrente una puerta de barrotes metálicos.
Mediante un decreto, el Poder Ejecutivo habilitó tres instalaciones policiales y militares como centros de detención preventiva para presos que son enviados por los respectivos juzgados o el Ministerio Público, por considerar que sus vidas corren peligro en los demás centros carcelarios.
Reclusos
El último ingreso en el batallón es del diputado José Luis Galdámez, acusado por el homicidio del taxista Marvin Alexander Sánchez García y por tentativa de homicidio en perjuicio del también ruletero Eduardo Flores.
También se encuentra José Ramón Bertetty, exadministrador general del Instituto Hondureño de Seguridad Social (Ihss), acusado de cohecho, fraude y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas.
Según el Ministerio Público, Bertetty es parte del grupo de funcionarios que llevó a una crisis financiera al Seguro Social, adquiriendo con sus fondos lujosas residencias y creando falsas empresas con las cuales lavaron el dinero producto de los actos de corrupción.
Estos funcionarios del Estado son acompañados por tres agentes de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), acusados del crimen contra dos mujeres en la colonia Loarque.
Los presuntos homicidas son Fredy Gerardo Mendoza Arriaza, Gregorio Alexander Meraz y Marvin Joel Suárez.
El coronel José Sánchez, portavoz de las Fuerzas Armadas, declaró que los reclusos no gozan de ningún privilegio.
