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Jóvenes preparan con dedicación el drama de la Pasión de Jesús

  • 11 abril 2014 /

La comunidad Cristo Salvador, del barrio Barandillas, extiende una invitación a las familias sampedranas para que conozcan el verdadero sentido de la Semana Santa.

La Ceiba, Honduras

“Queremos enviar un mensaje de amor. El sacrificio más grande que Jesús hizo la gente lo sabe, pero olvida qué tan grande fue el precio, lo que sufrió. Un hombre cualquiera no lo hubiera aguantado”, dijo Juan Ramón Mendoza, coordinador del viacrucis de la comunidad Cristo Salvador.

Los jóvenes de esta iglesia en Barandillas llevan ocho años consecutivos dramatizando la Pasión y Resurrección de Jesús en las 15 estaciones del viacrucis.

Este año extienden una invitación para que los sampedranos acudan a las 8 y 9 avenidas, 5, 6 y 7 calles de Barandillas, donde instalarán los escenarios.

El objetivo es llevar a la reflexión a los ciudadanos y que conozcan el verdadero sentido de la Semana Santa.

Los preparativos

Para este acontecimiento, los más de 40 actores llevan preparándose cerca de dos meses. En total hay unas 65 personas involucradas en escenografía, actuación y otros grupos de apoyo.

Para seleccionar al joven que hace el papel de Jesús y otros personas principales como
María, se asignan personas ejemplares y comprometidas con la iglesia. “Tienen que llenar los requisitos para tener el privilegio”, comentó Mendoza, quien también es coordinador del grupo de jóvenes.

“Hemos ido renovando las estaciones y las actuaciones. Las personas se han involucrado cada vez más, los escenarios cada vez lucen mejores para tratar de hacerlo lo más real posible”, expresó.

La cita

La dramatización tiene una duración de una hora y 30 minutos en un recorrido de dos manzanas.

La cita es el miércoles 16 a partir de las 5:00 pm.

“Queremos acercar a los jóvenes a la iglesia. Que las familias se acerquen, compartan y recuerden un poco lo que vivió Jesús por nosotros”, manifestó el líder de los jóvenes. Catalina Gutiérrez, coordinadora de la comunidad, señaló: “La preparación lleva bastante trabajo, los jóvenes se entregan”.

Los participantes se siguen preparando. Ellos mismos han pintado cuadros y han hecho accesorios.

Al salir de sus trabajos y centros de estudios se reúnen en el templo y amanecen ensayando.

Tres veces a la semana se instalan en la iglesia y planifican la escenografía y luego ensayan la actuación, todo para dar a conocer al mundo el sacrificio del que murió en la cruz.