El Vaticano. El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga fue nombrado por el papa Francisco como nuevo miembro para la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada.
El Vaticano además nombró en el mismo instituto al arzobispo de México, Norberto Rivera Carrera; al arzobispo de Cuenca en Ecuador, Luis Gerardo Cabrera Herrera; al obispo de Cartago (Costa Rica), José Francisco Ulloa Rojas, y al ministro general de la orden de los Frailes Menores Capuchinos, el mexicano Enrique Sánchez González.
El arzobispo hondureño se ha convertido en uno de los brazos derechos del papa Francisco. Él es en la actualidad el coordinador del llamado G-8, un consejo de asesores formado por ocho cardenales para que le ayude a gobernar la Iglesia y en su tarea de reformar la curia romana, o el Gobierno del Estado de El Vaticano. El cardenal Rodríguez expuso la homilía dominical, pero no se refirió a su nombramiento.
El prelado pidió ayer a la población colaborar con las autoridades para sacar a Honduras de las tinieblas en que se encuentra. Rodríguez hizo un llamado a la reflexión ante los hallazgos de “casas locas”, adonde torturaban y cometían asesinatos, descuartizaciones de seres humanos, un lugar lleno de tantas tinieblas.
Señaló que Honduras no puede seguir así, por lo que pidió la colaboración de toda la población para que se hagan las respectivas denuncias y que la verdad y la vida prevalezcan siempre sobre la muerte y la violencia criminal.
Recordó que los diferentes sacerdotes repiten tantas veces en la iglesia catedral que nadie tiene derecho de quitar la vida, porque la vida es de Dios, y eso no se está cumpliendo en Honduras.
