Tegucigalpa. Después de que el presidente Mauricio Funes solicitara ayer a Honduras la desocupación “inmediata” de la isla Conejo, ubicada en el golfo de Fonseca, el Gobierno hondureño emitió un comunicado en el que desestima lo expuesto por el titular del Poder Ejecutivo de El Salvador.
La misiva emitida por la Secretaría de Relaciones Exteriores señala que a raíz de la inusual protesta a nivel de titulares del Poder Ejecutivo de El Salvador, desestima la nota por considerarla impertinente.
En la comunicación que consta de seis puntos, el Gobierno de Honduras informa que “ve con profunda preocupación la falta de cumplimiento por el Gobierno de El Salvador de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia del 11 de septiembre de 1992 en el caso de la controversia terrestre, insular y marítima (Honduras-El Salvador; Nicaragua intervino).
En el punto dos señala la Cancillería que el Gobierno de Honduras reitera el fallo de la Corte Internacional de Justicia en el diferendo insular entre Honduras y El Salvador en el sentido de que las únicas islas que estuvieron en disputa en el contencioso ante la Corte fueron El Tigre, Meanguera y Meanguerita.
“Una vez dictada sentencia, si una parte se resiste a cumplir lo que le corresponde, la instancia internacional competente para conocer del asunto es el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para asegurar el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional”.
En el punto cuatro, Honduras establece que los tres Estados ribereños han conocido la condición histórica del golfo de Fonseca y de sus aguas. Asimismo, la Corte Internacional de Justicia reconoció en su sentencia de 1992 que el régimen jurídico de dichas aguas es de cosoberanía, fallo que El Salvador persiste en desafiar, dando lugar a incidentes que podrían afectar la paz y la seguridad de la región.
En el comunicado, la Cancillería establece que han transcurrido 21 años desde que fue dictado el fallo sin que el Gobierno de El Salvador demuestre su disposición por negociar la proyección de espacios marítimos de Honduras en el océano Pacífico (mar territorial, zona económica exclusiva y plataforma continental) a partir de la bocana de la bahía de Fonseca, conforme a lo decidido por la Corte Internacional de Justicia.
Por último enfatizan en que Honduras desea mantener relaciones pacíficas, fraternas y de amistad con sus vecinos, pero al mismo tiempo demanda de ellos que respeten los derechos que han sido reconocidos por el principal órgano judicial de las Naciones Unidas.
Funes pide desalojo
Medios locales de El Salvador y agencias recogieron la postura del presidente Mauricio Funes, quien le exigió a Honduras desocupar la isla Conejo.
“Mi gobierno solicita a Honduras se abstenga de la realización de estos actos (la construcción del helipuerto), solicitándole al mismo tiempo la desocupación inmediata de la isla salvadoreña de Conejo de conformidad a las normas del derecho internacional”, señaló Funes en la carta enviada a su colega hondureño Juan Orlando Hernández.
“Mi gobierno le presenta su más enérgica protesta al Gobierno de Honduras por la realización de tales hechos, así como por las declaraciones vertidas” por autoridades hondureñas, sostuvo Funes, quien el próximo 1 de junio debe entregar el poder al presidente electo Salvador Sánchez Cerén.
El mandatario salvadoreño manifestó a Hernández que acciones como las que realizó en el islote “afectan gravemente las fraternales relaciones que se han mantenido entre ambos Estados”.
El Gobierno salvadoreño también anunció el envío de una carta al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para expresarle que “lamenta y condena” la provocación del Gobierno por la ocupación del islote, lo cual constituye “una clara violación a la soberanía de El Salvador”.
El sábado, Hernández inauguró en la isla un helipuerto de menos de un kilómetro cuadrado, acción vista por Funes como “un acto de provocación”.
Rodeado de militares que tienen un puesto en el lugar, Hernández señaló en esa ocasión que cumplía su promesa de campaña de “afianzar que isla Conejo es 100% territorio hondureño”.
El gobernante salvadoreño aseguró el lunes que Honduras pretende ocupar Conejo porque le da salida al mar territorial y le permite explotar los recursos marinos que se encuentran en el Golfo.
El Salvador ha reiterado que el islote nunca estuvo en disputa en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que dictó sentencia sobre un diferendo limítrofe entre Honduras y El Salvador el 11 de setiembre de 1992.
Según el Gobierno salvadoreño, ese fallo no afectó “el estatus jurídico” de posesión de Conejo, ubicado en el Golfo de Fonseca, cuyas aguas comparten El Salvador, Honduras y Nicaragua. En el juicio en La Haya, al que Nicaragua asistió como observadora, la CIJ resolvió una disputa sobre 446.5 kilómetros cuadrados de territorio fronterizo y los espacios marítimos en el Pacífico.
