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Índice de secuestros se eleva en más del 2,500% en Honduras

  • 30 enero 2009 /

Los índices de violencia y delincuencia han ido en ascenso en los tres años de la gestión del presidente hondureño Manuel Zelaya Rosales, lo cual demuestra que no hay un plan.

Los índices de violencia y delincuencia han ido en ascenso en los tres años de la gestión del presidente Manuel Zelaya Rosales, lo cual demuestra que no hay un plan nacional sistemático y científico para hacerle frente a la criminalidad.

Ver: Índices de muertes violentas

Las estadísticas del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Unah, establecen que la tasa de homicidios en 2005, un año antes de que asumiera Zelaya, era de 47 muertes violentas por cada 100 mil habitantes.

Las cifras de dicho observatorio indican que en 2007 la cifra de muertes violentas fue de 80.3 por cada 100 mil habitantes, lo cual demuestra que ese indicador se duplicó ese año en comparación con el 2005. El año pasado, ya en el mes de septiembre, la cantidad de personas que perdieron la vida de manera violenta superaba el número de crímenes de 2007 y eso es un indicativo de que la tasa de homicidios subió aún más.

La tasa de homicidios para Latinoamérica establecida por la Organización Mundial de la Salud, OMS, es de 8.8 por cada 100 mil habitantes.

Secuestros

El secuestro es otro de los delitos que han registrado cifras alarmantes en los últimos tres años.

En 2005 sólo se registraron tres plagios y a partir de 2006 la incidencia de ese ilícito fue subiendo cada año. El índice más alarmante se dio el año pasado con 80 secuestros, o sea que se incrementó en más del 2,500 por ciento.

La incidencia de ese flagelo, especialmente en San Pedro Sula, han hecho que esta ciudad haya sido calificada la 'Capital de los secuestros en Centroamérica' en un informe dado a conocer en Tegucigalpa, a finales de diciembre del año pasado, por la consultora del Banco Mundial, Tirza Rivera Cira. El informe toma como fuente un análisis del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Al inicio del gobierno de Zelaya, las autoridades de Seguridad dieron a conocer que uno de los puntos centrales en sus planes era no sólo reprimir a las pandillas, sino ejecutar acciones orientadas a la prevención, rehabilitación y reinserción de sus miembros a la sociedad, pero no se han visto resultados en ese sentido.

Otra de las estrategias de la autoridades de Seguridad fue la integración de las mesas de seguridad ciudadana con las que se buscaba ganarse la confianza de la población y tener su apoyo en la lucha contra la criminalidad, pero esta estrategia tampoco ha sido efectiva.

Crimen organizado

El talón de Aquiles del Gobierno ha sido el crimen organizado porque las cifras que maneja el Observatorio de la Violencia de la Unah indican que ese tipo de criminalidad es la que más cobra vidas en el país, pues casi el 50 por ciento de las muertes están vinculadas con ese problema.

Una de las principales causas de la violencia en el país es el sicariato, brazo armado del narcotráfico, que es un flagelo que ha agarrado más fuerza con la irrupción de los carteles mexicanos en Honduras, los cuales incluso han formado escuelas de asesinos a sueldo.

En la gama de delitos de la criminalidad organizada está el robo de vehículos que también reporta una alta incidencia. Las estadísticas de la Policía establecen que el Valle de Sula se roban un promedio de 110 carros cada mes.

El principal protagonista del crimen organizado es el narcotráfico. En los últimos tres años, según lo manifestado por el propio presidente Zelaya, se han decomisado cinco toneladas de cocaína.

Eso es un indicador de que los resultados en materia de narcotráfico son más bajos en comparación con la incautación de droga que se registró en la administración del ex presidente Ricardo Maduro, que fue de 10.3 toneladas.

Promesa incumplida

Una de las promesas de Mel fue incrementar el número de policías a 8,000, lo que es difícil que logre porque, según las cifras que manejan las autoridades de Seguridad, hasta la fecha hay 13,000 efectivos y de acuerdo al ex ministro de esa rama, Óscar Álvarez, él dejó la Policía con 10 mil elementos.

El ex viceministro de Seguridad, Armando Calidonio, manifestó que no se han visto muchos resultados en cuanto a la represión de las maras, cuyos integrantes han cambiado su modo de operar y ahora tienen un gran protagonismo en la criminalidad organizada.

Un ejemplo de los graves problemas que han originado las pandillas son las muertes de la dirigente sindical Altagracia Fuentes y el diputado Mario Fernández, las cuales fueron operaciones de las maras.

Calidonio aseveró que tampoco se ha visto algún plan de reinserción de los pandilleros porque la nueva Ley Penitenciaria no ha sido puesto en vigencia.

'Esta ley permitiría tener una mejor infraestructura y por consiguiente se activarían programas para rehabilitar a los antisociales.

Se había hablado de la construcción de un nuevo centro penal en San Pedro Sula, pero ya llevan tres años y todavía no se ha construido', indicó.

El plan del presidente Zelaya cuando era candidato es que iban a prevenir y 'que iban a tender la mano amiga. El ministro -en ese entonces Álvaro Romero- dijo que iba a sentarse a dialogar con los mareros y no funcionó porque eso es más complejo que sentarse a platicar en un almuerzo con esas personas', dijo.

Están equivocados

El ex funcionario señaló que las mesas de seguridad ciudadana por sí solas no son la solución ni la 'varita mágica' para acabar con los problemas.

Apuntó que las mesas de seguridad son una pequeña parte que puede ayudar a reducir los índices delictivos del país, pero sólo son un componente de una estrategia de las acciones que se tienen que ejecutar.

'Si el Gobierno está esperando que con las mesas de seguridad se solucionen todos los problemas, está equivocado porque una sola acción no resolverá los problemas', afirmó.

Calidonio explicó que para que den resultado las mesas de seguridad debe incorporarse a los planes operativos la retroalimentación que generan para que la información que se recibe sea procesada por el departamento de Análisis de la Policía y convertirla en inteligencia.

Plagios fuera de control

En cuanto al crimen organizado, el ex viceministro de Seguridad, señaló que se ve circular más los billetes de veinte dólares que los lempiras y eso debe ser motivo de revisión por parte de las autoridades para determinar cómo se genera esa gran cantidad de billetes.

Apuntó que el sicariato es otra de las manifestaciones del crimen organizado y se están viendo muchas muertes cometidas por los asesinos a sueldo.

Calidonio refirió que en estos tres años no se ha incautado mucha droga y lo tangible en contra del narcotráfico son los decomisos. 'Estamos conscientes de que las operaciones de ese tipo son bien complejas, pero en tres años ya se deberían tener resultados concretos y deberíamos estar mejor'.

'El delito de secuestro está fuera de control. Se debe revisar todo el equipo que tienen los cuerpos antisecuestros y seguirlos reforzando con gente experimentada y darles todas las condiciones para que puedan operar', sugirió.

Con relación a los homicidios, manifestó que es un delito muy dificil de controlar y señaló que en 2004 empezaron a bajar, pero actualmente han aumentado.

Indicó que con lo que se tiene actualmente de presupuesto se deben tener más resultados y eso indica que hay que hacer una revisión de los planes estratégicos para reorientarlos.

No hay capacidad para sacar dos mil policías de calidad al año a menos que hagan algo sobrenatural'.

Armando Calidonio
Ex viceministro de Seguridad

Sí hay un plan de seguridad

El viceministro de Seguridad, Mario Perdomo, dijo que el plan de seguridad ha existido desde la llegada del general Álvaro Romero.

'Nuestra estrategia se ha basado en tres elementos fundamentales que son fortalecimiento institucional, mesas de seguridad y la reducción de los delitos', indicó Perdomo.

Manifestó que esos han sido los pilares del trabajo de ellos.

'No cabe duda de que la convulsión mundial nos ha afectado.

Los análisis de expertos nos muestran que los momentos que ahora vivimos no son los mismos del pasado y por eso ha habido variables que nos han obligado a ajustar el plan de seguridad'. Aseveró que no han estado pasivos y el mejor reflejo del trabajo en la institución son las bajas que han tenido de policías en el cumplimiento de su deber.

  • En lo que va del año ya se han registrado siete femicidios en el Valle de Sula. El año pasado ultimaron a 78 mujeres.
  • los plagiarios ahora tienen como uno de sus blancos preferidos a los niños. El año pasado privaron de su libertad a 15 menores.
  • El presupuesto de Seguridad en la actualidad es de 2,600 millones y durante la gestión de Ricardo Maduro era de 1,300 millones.