San Pedro Sula, Honduras
Destruido y casi intransitable está más del 70% de la red vial de Honduras. El Gobierno recibe un sistema colapsado, al que le tendrá que inyectar durante los cuatro años al menos unos ocho mil millones de lempiras.
Más de 14 mil kilómetros conforman la red de carreteras del país, entre pavimentadas y no pavimentadas.
Ambas están destrozadas y afectan considerablemente a los ciudadanos y al sector productivo que transita por todo el territorio nacional.
El Gobierno debe destinar recursos para reparar las no pavimentadas y carreteras pavimentadas como la del occidente porque los corredores turístico y logístico ya fueron concesionados para su reparación, construcción y mantenimiento.
Son una pesadilla
Las carreteras que de San Pedro Sula van al occidente, específicamente a Copán, Lempira y Ocotepeque, así como la que conduce a Santa Bárbara, figuran entre las que están en peor estado y a las que, según expertos, deberán darles prioridad las autoridades. Este corredor no figura en lista para licitación y debe ser prácticamente reconstruido. El considerable deterioro se nota desde que se pasa de La Ceibita, Santa Bárbara, aunque desde que se sale de San Pedro Sula los conductores deben ir evadiendo baches.
Las arterias están llenas de hoyos; algunos han sido tapados, pero han quedado desniveles en el pavimento que son peligrosos para los conductores. Hay hundimientos y tramos donde el pavimento está desapareciendo. Los grandes baches a lo largo y ancho son considerados trampas mortales, los conductores deben irse en contravía para evitar caer, arriesgándose a chocar con otro vehículo que se conduzca en dirección correcta.
La labor de echarles tierra a los hoyos se ha vuelto uno de los oficios más populares en todo el país. Por cualquier carretera que se conduzca hay personas dedicadas durante todo el día con cubetas, carretas y palas a estar tapando los baches a cambio de una limosna; algunos hasta instalan conos y hacen túmulos para que los conductores no se escapen de dar su contribución, estableciendo un cobro parecido a un “peaje”. La situación es peor tierra adentro, donde los productores apenas pueden ir a sacar sus cargas de café, maíz y otros productos por la destrucción de las vías no pavimentadas.
Más de 400 lectores de LA PRENSA en Facebook opinaron que todas las carreteras del país están en pésimo estado. La mayoría coincidió en que las rutas al occidente de Honduras son las más destruidas.
Los conductores del transporte público interurbano tienen que hacer maniobras al volante para conducir a diario y a toda hora, aunque dicen que tienen una ventaja porque ya conocen como la palma de su mano cada carretera y saben perfectamente dónde está cada bache.
Urge iniciar reparaciones
Osmín Bautista, vicepresidente de la Cámara de la Construcción de Honduras (Chico), señaló que los últimos dos años fueron de gran impacto en el mantenimiento de la red vial por la falta de recursos y la mora con las empresas constructoras involucradas en darles mantenimiento rutinario y preventivo a las carreteras.
“La falta de recursos hizo que muchas compañías aún con contratos firmados pidieran rescindirlos porque sabían que no había fondos”, señaló.
Bautista dijo que tienen muchas esperanzas de que este Gobierno centre su atención en las obras de infraestructura porque, según él, es la tabla de salvación para el sector de la construcción y con el objetivo de ser generadores de miles de empleos.
“En la industria de la construcción, usted contrata a la persona menos capacitada y más capacitada”, señaló.
Dijo que urge optimizar la red vial no pavimentada para que los productores del país saquen sus cargas al mercado. Solo para eso se requiere una inversión de ocho mil millones de lempiras en los cuatro años.
“Se deben invertir por año al menos dos mil millones anuales. Las carreteras del occidente de Ocotepeque a San Pedro Sula están deterioradas. Hay hundimientos por fallas geológicas, que son muy peligrosos. En algunas zonas prácticamente se pierde la carretera”.
Según la Chico, el Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández deberá fortalecer el Fondo Vial para restaurar inmediatamente esas vías.
“Le sugerimos al Gobierno que le inyecte los fondos al Fondo Vial para hacer las licitaciones en el menor tiempo posible y aprovechar el verano. Lo ideal es arrancar por tarde en marzo para reactivar toda la economía y que los productores estén tranquilos poniendo el producto en el mercado”, añadió el vicepresidente del sector de la construcción.
Concesiones y en cartera
Por medio de la Comisión para la Alianza Público-Privada se concesionarion ya los corredores pavimentados torales del país, que representan el 20% de la red pavimentada.
El corredor logístico, que abarca tres tramos: Goascorán–Villa de San Antonio, San Pedro Sula–Puerto Cortés y Tegucigalpa–Villa de San Antonio y suma 391.8 kilómetros de carretera, fue ya otorgado mediante concesión. El mantenimiento, construcción o reparación de estos ya no será responsabilidad del Gobierno. La Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda deberá entregar en septiembre varios proyectos conocidos como subtramos.
De igual forma fue concesionado el corredor turístico que comprende El Progreso–Tela, San Pedro Sula-El Progreso y La Barca–El Progreso, que contempla la pavimentación y ampliación a cuatro carriles de El Progreso a Tela y la repavimentación de la carretera de La Ceiba. Coalianza tiene en cartera 15 proyectos de pavimentación para que se desarrollen mediante la participación público-privada, de los cuales aún no se han hecho estudios y se encuentran en espera para entrar a proyectos de estructuración.
Entre los que están en cartera se hallan la pavimentación con doble tratamiento del tramo carretero Bonito Oriental-Limón en Colón; la construcción y pavimentación con carpeta asfáltica de la carretera La Ceiba–Trujillo–Puerto Castilla, entre Atlántida y Colón; y la construcción y pavimentación con carpeta asfáltica de la carretera Sonaguera-Isleta Central, en Colón.
