Aglomeración y desesperación en segundo día de aplicación de Pfizer

TEGUCIGALPA

El deseo de acceder a la vacuna anticovid-19 de Pfizer ha desatado la desesperación en miles de hondureños que ayer buscaban ser vacunados.

La necesidad de protegerse del mortal virus ha llevado a que la ciudadanía se aglomere en los centros de vacunación, a pesar de saber que no están en el rango de edades ni sufren de ninguna comorbilidad o enfermedad, dos condicionantes para ser elegibles para inocularse en esta quinta campaña.

419 muertes se registran en junio. Es una notable baja con relación mayo cuando hubo 1,078 decesos confirmados.

Como sucedió el pasado lunes, día en que se inició la jornada, ayer las estaciones de vacunación estaban abarrotadas de personas en busca de la aplicación de la primera dosis de la vacuna contra el covid-19, con la diferencia que en muchas antes del mediodía no había inoculante disponible, denunciaron los pacientes.

Altercados

En los campus de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) fue donde se presentaron los primeros altercados, presuntamente por la falta de vacunas.

Alrededor de las 11:30 am, los encargados del proceso de inmunización comunicaron a los cientos de ciudadanos que aún hacían fila fuera de las instalaciones que las dosis se habían terminado por ese día. Les sellaron un pequeño papel como comprobante para que hoy lo presenten y no tengan que hacer nuevamente las extenuantes filas en la UPNFM.

3.13 Porciento es la tasa de letalidad desde que empezó la vacunación a finales de febrero.

Similar situación se dio en la Unah y en el Instituto Técnico Luis Bográn, en la zona de El Carrizal. Los ánimos se caldearon entre los que buscaban ser vacunados al ver que a tempranas horas del día les anunciaron que tendrían que regresar hoy nuevamente porque el lote de vacunas para ayer martes ya se les había terminado.

Piden paciencia

La Secretaría de Salud destinó para el Distrito Central 54,130 vacunas Pfizer, para vacunar entre el 21 y 23 de junio a personas de 50 a 59 años de edad que sufrieran de enfermedades base y que esto fuera debidamente acreditado.

Mientras en las afueras mucha gente calificaba a las autoridades como mentirosas, la ministra de Salud, Alba Flores, reconoció que “la afluencia de personas con necesidad de vacunas ha superado la meta que se tenía programada”.