Solo unos 110 litros por segundo de agua potable distribuyen en La Ceiba, una cantidad mínima para una ciudad de casi 300,000 habitantes.
En tiempo de invierno y con los motores funcionando se envían alrededor de 500 litros y aún así no alcanza para dotar de agua a los más de 21,000 abonados del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillado (Sanaa).
La causa de la crisis, según los técnicos del Sanaa, es el río Danto, que ha llegado a su nivel más bajo en los últimos años.
A esto se suma la poca distribución de agua que se hace por gravedad sin una bomba que la impulse, por lo que solo un 15% de la población recibe el vital líquido con presión baja.
Para Darío Gómez, presidente del sindicato del Sanaa, urge hacer trabajos en el río para desviar a los filtros de captación la poca agua que baja. “Estamos preocupados porque no llueve y los hogares ceibeños no están recibiendo agua. Solo nos queda pedirle a Dios que venga la lluvia”, dijo Gómez.
“La otra es que como Sanaa se debe hacer un trabajo para desviar la poca agua del río a los filtros. Creemos que el subgerente ya está solicitando una retroexcavadora porque es urgente”, agregó.
Motor
Hay colonias que no reciben el servicio de agua desde hace varios meses, a otras les llega una vez por semana y apenas por una hora. El problema se tiene desde hace seis meses que se dañó una de las bombas.
Si bien se instaló un nuevo motor, no se puede poner a funcionar en seco, ya que no llega agua a la toma de los filtros. Ante esta realidad, los ceibeños han comenzado a comprar el agua.