19/04/2024
07:04 PM

Enfermera víctima del covid soñaba con construirle una casa a su hijo

El mortal virus se llevó a Belkis Johanna Lara Jiménez, de 25 años, una mujer luchadora.

    Tela, Honduras.

    Una vida marcada por muchas desventuras. El abandono de sus padres y carencias económicas no pudieron borrar la sonrisa de una joven soñadora, sin embargo, el covid lo hizo en tan solo cuatro días y de una manera cruel.

    Belkis Johanna Lara Jiménez era originaria de la aldea Villafranca, de Tela, tenía 25 años y pese a los obstáculos que debió enfrentar desde pequeña, logró culminar sus estudios como enfermera auxiliar en la escuela El Buen Samaritano.

    En poco tiempo encontró un empleo estable en un hospital privado de la misma ciudad, sin imaginar que esto la llevaría a la muerte.

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    Según sus familiares, Lara dio positivo por coronavirus el martes 13 de abril, mismo día que llegó desde La Masica su prima Karla Rodríguez, quien la acompañó a realizarse exámenes y le ayudó en las tareas del hogar. Los primeros síntomas fueron fiebre, dolor de cabeza y de cuerpo, por lo se sometió al tratamiento Maiz el miércoles 14 de abril y se mantuvo estable hasta que el sábado amaneció con dolor en la espalda y cansancio.

    Sus seres queridos dicen que Belkis era una mujer muy divertida, apasionada por su profesión y una madre abnegada.
    “Ya cuando eran las diez de la noche, se sentía más cansada y me pidió que la llevara al hospital de nuevo, tuve que pagar taxi porque no teníamos transporte”, contó Rodríguez.

    De inmediato fue ingresada a la sala covid del Hospital de Tela, donde le pusieron oxígeno y la estabilizaron, así transcurrió el domingo, pero la mañana del lunes los doctores le indicaron a Karla que su prima estaba siendo atacada de forma acelerada por el virus y que solo funcionaba el 35% de sus pulmones. La joven enfermera dejó de respirar la noche del miércoles sin poder despedirse del ser más importante en su vida, su hijo Elkin Geovany, de 5 añitos.

    Con lágrimas y voz entrecortada, Karla expresó a LA PRENSA que su prima Belkis, además de ser enfermera, era estilista y tenía dos grandes sueños: mandar a construir su propia casa y ver crecer a su niño.

    luto. Sus seres queridos dicen que Belkis era una mujer muy divertida, apasionada por su profesión y una madre abnegada.
    “Con gran sacrificio ella había logrado comprar un solar, estaba muy ilusionada con tener su casita y decorarla al gusto del niño”.

    Su espíritu luchador nunca se vio quebrantado, ya que desde la adolescencia comenzó a trabajar para costear sus estudios.

    Henry Vega, el padre de su hijo, la describe como “una gran mujer, trabajadora, luchadora una guerrera completa y se esmeró por ser enfermera”.