18/04/2024
02:31 PM

Más de 500 menores hondureños están en albergue de San Diego

Llegan deportados a San Pedro Sula 85 compatriotas que emigraron a Estados Unidos

    Tegucigalpa, Honduras.

    Una comitiva hondureña encabezada por la vicecanciller Nelly Jerez conoció la situación que viven cientos de menores y familias hondureñas que emigraron hacia Estados Unidos y se encuentran retenidas en un albergue temporal en San Diego, California.

    El alojamiento provisional está en las inmediaciones de la Aduana de Tijuana - Sección El Chaparral justo en el Centro de Convenciones de San Diego.

    Ese punto aduanero es la principal entrada vehicular que conduce a la ciudad estadounidense de San Diego, por la zona de San Ysidro, desde Tijuana, en México.

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    Según las estadísticas presentadas por la Patrulla Fronteriza en el sector de San Diego, entre el 1 de octubre de 2020 al 31 de marzo de 2021, las autoridades migratorias detuvieron a 1,375 hondureños (420 menores), de los cuales 1,289 fueron expulsados de ese país.

    Jerez explicó que esa instalación fue acondicionada para recibir entre 1,000 y 1,500 menores que ingresaron solos de forma irregular a esa nación.

    Detalló que hay 502 menores hondureños del sexo femenino y 57 varones. Resaltó que entre los grupos hay hermanos que no fueron separados. “Todos se encuentran en sus procesos de reunificación y logramos verificar las condiciones en las que se encuentran”, precisó.

    Amplió que además de la alimentación y la asistencia médica y psicológica, les proporcionan, entre otras asistencias, la posibilidad de hacer dos llamadas por semana para que se comuniquen con sus familiares.

    Llegan deportados. Autoridades del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) y organismos no gubernamentales recibieron ayer en el aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula a 85 compatriotas que fueron retornados desde EUA.

    Doris Pacheco, de 19 años y nativa de Tocoa (Colón), contó que estuvo más de 20 días detenida en Estados Unidos y durante los nueve días que duró su recorrido hacia el norte le tocó ver episodios que jamás podrá borrar de su cabeza.

    “Algo que nunca olvidaré en esta odisea es que a una muchacha le ahogaron el bebé porque iba llorando mucho”, relata Doris Pacheco, compatriota retornada.