Tegucigalpa, Honduras.
Las remesas continúan siendo el sustento de miles de familias hondureñas, y en 2020 no fue la excepción.
A pesar de los pronósticos del primer semestre, donde se esperaba una abrupta caída, una semana antes de que finalizara el año anterior alcanzaron la cifra récord de 5,595.5 millones de dólares (L135,411 millones).
El Banco Central de Honduras (BCH) informó a través de resumen ejecutivo semanal del 22 de diciembre que el principal ingreso de divisas al país fueron la remesas familiares, que representaron casi el 50% (47.4%) del total de ingresos y registraron un alza de 229 millones de dólares respecto a los 5,366.5 millones de dólares ingresados a la misma fecha en 2019.
En cifras porcentuales, el incremento interanual fue de 4.3%.
En 2019, el aumento de las remesas fue del 13%, alcanzando los 5,400 millones, por lo que muchos expertos consideran que de no estar la pandemia y la crisis económica a nivel mundial el alza habría sido mucho mayor en 2020.
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A pesar de que los organismos internacionales habían pronosticado una caída de hasta 20% en el ingreso de remesas en Honduras esto no sucedió así. Según el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo en Honduras (Fosdeh), fue producto de que en los países de donde se envían las remesas las reaperturas fueron más prontas y las actividades económicas no cesaron, a pesar de algunas restricciones, por lo que fue más fácil generar ingresos para los migrantes hondureños.
Los principales países de donde provienen las remesas familiares son en su mayoría de Estados Unidos con una representación de un 80%.
En segundo lugar España con 8%, después Costa Rica con 2%, México con un 1.6% y otros países con 8.2%.
Cifras de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que las remesas familiares sostienen cerca de 190,000 hogares hondureños y constituyen la tercera fuente de ingreso de los más de 2.2 millones de hogares, superadas únicamente por los salarios y las ganancias por fuente propia.
Claudio Salgado, economista, señaló que la inversión extranjera sigue disminuyendo y por eso el país sigue dependiendo del dinero que envían los migrantes.
El Sistema Integral de Atención al Migrante Retornado reportó que en 2020 se deportó a 21,879 hondureños, en su mayoría hombres adultos.
