El Consejo Regional de Desarrollo del Valle de Sula insta al Gobierno a construir (directa o indirectamente) en el menor tiempo posible tres represas en el occidente del país para evitar nuevas inundaciones en la costa norte.
Esa instancia, en una reunión realizada ayer en la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), emitió una resolución en la cual llama al Poder Ejecutivo a considerar “en el marco de la reconstrucción” la ejecución “como proyectos de necesidad pública e interés nacional, con carácter de urgencia, la construcción de las represas Los Llanitos y Jicatuyo en la cuenca del río Ulúa y la represa El Tablón en la cuenca del río Chamelecón”.
La resolución, firmada por el presidente del Consejo, Gerardo Meraz, y el secretario, Alexander López (alcalde de El Progreso, Yoro), argumenta que la construcción de esas represas es imperiosa en vista de que el valle de Sula es una de las regiones que más aporta al producto interno bruto (PIB), posee alrededor del 25% de la población nacional y concentra la mayor actividad industrial.
Por encontrarse en las cuencas más grandes, entre los ríos Ulúa y Chamelecón, las tormentas tropicales Eta y Iota provocaron voluminosas y extensas inundaciones, derrumbes y pérdidas millonarias sin precedentes en infraestructura, cultivos y a los pobladores (…), arguye la resolución aprobada por los alcaldes, empresarios y representantes de otras organizaciones.
En todo el país hay 41 represas hidroeléctricas que sirven para el control del caudal de los ríos. En la foto Patuca III.
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“Nosotros enfrentamos los retos, vamos de frente, no es retórica (…). Ha sido iniciativa del presidente (Hernández) que cada alcalde presente su plan de reconstrucción que incluye la reforestación… Pero que hay voluntad, hay voluntad y estamos enfrentando eso”, se defendió Ayala ante las críticas de Héctor Castro, presidente de la Asociación Industrial de Productores de Aceite de Palma de Aceite de Honduras (Aipah).
En la reunión, Castro puso en duda esta nueva iniciativa y cuestionó que “no hay nada nuevo” en la resolución, y dijo que “continuaba la retórica” sobre la construcción de las tres represas cuya historia data de la década de los setenta.
Antes de que aprobaran la resolución, Juan José Alvarado, jefe del departamento de planificación y gestión de la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula (CCIVS), explicó que en 2011, la última actualización y finalización del diseño técnico de las represas Jicatuyo y Los Llanitos, estimó que el costo de las dos ascendía a $900 millones. En ese entonces las financiaría el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Nacional de Desarrollo Económico de Brasil, en caso de que las construyera la empresa Odebrecht.
El Tablón, en la última actualización de los estudios (realizada en 2014 por las firmas Cinsa y Lavalin) la inversión requerida era de $168 millones.
$1,200
millones superan la inversión de las tres represas. El Gobierno tendrá que definir el modelo de la inversión.
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Para la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula, las tres represas son indispensables para evitar inundaciones catastróficas que podrían ocurrir en un período inferior a los 20 años debido a los efectos del cambio climático.
Jacob Cerrato, jefe de unidad técnica regional de Plan de Nación, expuso que en las primeras semanas de noviembre el río Chamelecón recibió un caudal “tres veces más de los normal”. “Con Eta, 6,236 metros cúbicos por segundo y con Iota, 5,903 metros cúbicos por segundo, contra un cauce normal de 1,900 metros cúbicos por segundo”, dijo. Igual comportamiento tuvo el río Ulúa, cuyo cauce normal es de 4,000 metros cúbicos por segundo, pero con Eta alcanzó 11,256 metros cúbicos por segundo y con Iota, 11,156, “tres veces más de lo normal”, agregó.
Mario Canahuati, presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladores, aseguró que la empresa privada le dará un “respaldo total” al Gobierno en la construcción de estas tres obras contra inundaciones.