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Dejan a su suerte a tolupanes de El Negrito que llevan dos semanas esperando comida

  • 25 noviembre 2020 /

El alcalde del municipio de El Negrito, Yoro, ha solicitado apoyo para las tribus tolupanes, pero Copeco aún no da respuesta a los gritos de auxilio.

San Pedro Sula, Cortés.

Atrapados entre la zozobra y el hambre por no tener ni siquiera para comer se encuentran varias comunidades del municipio de El negrito, en Yoro, donde radican tribus tolupanes, quienes permanecen en el limbo luego de los estragos dejados por Eta y Iota en el país.

Los daños causados por las tormentas Eta y Iota a su paso por Honduras dejaron pérdidas valoradas en unos 250,000 millones de lempiras (10,000 millones de dólares) y, según las autoridades, se prevé que 860,000 personas pierdan sus empleos y otros siete millones caigan bajo el umbral de la pobreza debido a sus consecuencias.

LA PRENSA conoció que una significativa cantidad de tolupanes lleva al menos dos semanas lanzando gritos de auxilio a las autoridades para que les lleven raciones de alimento, agua y medicinas y otros víveres para subsistir.

El alcalde de El Negrito, Delvin Leonardo Salgado Fuentes, conmocionado por lo ocurrido, en las últimas horas intentó llegar a caballo a la zona, ya que los caminos que sirven como ruta de ingreso al sector quedaron destruidos por las intensas lluvias, deslaves y otras causales.

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Salgado Fuentes, ante la falta de respuesta de las autoridades, se desplazó hasta el sitio para poder ayudar a sus pobladores tolupanes, pero el intento fue en vano por las difíciles condiciones de la zona.

En este momento, al lugar solo se puede llegar vía helicóptero. El alcalde denunció que desde hace dos semanas se ha comunicado con el 911 y la Copeco para que auxilien al grupo tolupán que reside en un punto montañoso de El Negrito, sin embargo, aún no hay una respuesta concreta.

El alcalde de El Negrito junto con otros habitantes del municipio intentaron auxiliar a los tolupanes.
'El trayecto está destruido, nosotros llegamos en carro hasta un punto que se le conoce como El Junco, la comunidad nos estaba esperando que llegáramos a caballo para que viéramos los desastres que han tenido, pero ha sido difícil. Ellos necesitan con urgencia comida y medicamentos, están preocupados, pedimos al 911 para que coordine con la Fuerza Aérea y les lleve víveres', dijo el alcalde.

Al hambre y la sed se suma ahora el problema de la falta de servicio de energía eléctrica, esto ha impedido que la Municipalidad y los topulantes sigan en contacto. La última vez que hubo comunicación entre sí se reportaron personas desmayadas, lo que preocupa al edil y el resto de su Corporación debido a que hay niños y personas de la tercera edad.

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Según se supo, las tribus necesitan con urgencia unas 150 raciones de alimentos, pero hasta este miércoles por la mañana, Copeco no dio señal de alerta por la situación de esas familias que corren riesgo de morir si no se les atiende con prontitud.

Un país sacudido por el cambio climático

Las regiones más golpeadas por las crecidas de los ríos Ulúa y Chamelecón han sido el Valle de Sula y los departamentos de la zona del noroeste del país, que concentran gran parte de la producción agrícola, así como ganadera e industrial.

Según el Foro Social para la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), las tormentas han provocado un retroceso de 22 años al país, con un impacto humano y económico de brutal envergadura.

Las proyecciones del Banco Central de Honduras (BCH) señalan que el PIB caerá entre un 7% y un 8% a raíz de la pandemia. A esto hay que sumar las tormentas, lo que podría traducirse en un decrecimiento del 10% con pérdidas de casi 250,000 millones de lempiras.

Foto: La Prensa

Eta y Iota dejaron miles de damnificados que ahora permanecen en albergues, bulevares y debajo de los puentes.