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Más de 1.5 millones de niños hondureños afectados por de Eta y el Covid-19

  • 09 noviembre 2020 /

Según cifras oficiales, el cierre de los centros educativos por el coronavirus ha provocado que más de 850,000 niños hondureños no reciban clases.

Tegucigalpa, Honduras

Más de 1,5 millones de niños hondureños están expuestos a los daños provocados por las inundaciones que dejó la depresión tropical Eta a su paso por Honduras, donde 57 personas murieron y más de 1,8 millones han sido afectadas, además del impacto de la pandemia de coronavirus, alertó este lunes Unicef.

El jefe de la unidad de Comunicaciones de la agencia de la ONU, Héctor Espinal, dijo a Efe que más de 1,5 millones de niños son afectados en Honduras por los efectos de Eta y el cierre de los centros educativos debido a la pandemia de la covid-19.

Según cifras oficiales, el cierre de los centros educativos por el coronavirus ha provocado que más de 850.000 niños hondureños no reciban clases, principalmente los del área rural, porque no tienen un ordenador, ni internet, para llevar las clases a distancia y de manera virtual.

Espinal indicó que la falta de clases presenciales es el 'impacto más grande' a mediano y largo, porque la presencia de los menores en las aulas de clases 'es vital' para su vida.

'Son niños y niñas que se ha marchado de la escuela, han vuelto a su casa y ese entorno cambia dramáticamente la vida de los niños, a esa cantidad de niños (fuera) del sistema educativo, le estamos sumando los 650.000 que han sido afectados directamente por Eta', explicó.

Los 650.000 menores de edad afectados por Eta, que dejó destrucción y muerte en Centroamérica, pueden sufrir síntomas psicoafectivos, ya que son los que 'más sufren en sus sentimientos, su recuperación es lenta y requiere de mucho profesionalismo y de estar con ellos, acompañarlos', enfatizó.

ACCESO A AGUA POTABLE

Sin embargo, en el contexto que Eta ha afectado al país centroamericano, donde se reportan hasta ahora 57 fallecidos, lo más importante 'es salvar vidas', señaló el jefe de Comunicaciones de Unicef.

Por otro lado, Espinal considera que otro gran problema es la falta de acceso agua potable en las zonas afectadas por el fenómeno natural, lo que podría provocar que muchos niños enfermen.

'Es vital que nuestros niños y niñas tengan agua pura y segura', para evitar enfermedades como la diarrea y otras enfermedades que afectan la vida de la infancia, lo que es necesario que las autoridades provean el líquido en los albergues temporales que han habilitado para los damnificados, subrayó el funcionario de la agencia.

El 70 % de la población de Honduras, unos 6,3 millones de personas, tiene acceso al agua, pero no toda es segura para el consumo, mientras el 30 %, unos 2,7 millones de personas, usa el líquido de fuentes superficiales, es decir, que utilizan agua de ríos, quebradas o pozos subterráneos, según cifras de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente de Honduras (MiAmbiente).

Unicef también destacó la importancia de que las autoridades den una 'pronta respuesta' orientada a que los menores retornen al hogar con su familia y puedan 'salir rápidamente' de los albergues temporales.

Las autoridades deben proveer a las familias, especialmente a los niños, agua y saneamiento, garantizar la educación virtual y presencial de 'calidad y calidez', y el retorno de los menores a sus hogares, señaló Espinal. EFE