Tegucigalpa, Honduras.
Además de cumplir los requisitos que establece la ley de Migración y Extranjería para viajar en avión, como presentar su boleto, quienes planeen viajar a Honduras desde el extranjero tienen otras disposiciones por cumplir.
A través de un comunicado, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) señala que para asegurar la eficacia de los procedimientos de bioseguridad implementados en el transporte aéreo se ha establecido un procedimiento expedito que implica nuevos requerimientos.
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Son estas nuevas exigencias: completar la información en https://prechequeo.inm.gob.hn del Prerregistro migratorio, ficha de Vigilancia de la Salud, rendir declaración jurada que se someterá a las disposiciones sanitarias del país. Además formulario de aduanas.
Por otra parte, todo pasajero deberá presentar resultado negativo de la prueba Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) en tiempo real o prueba rápida con un mínimo de especificidad del 85%, sensibilidad 98% para el covid-19, practicada en período no mayor 72 horas antes del ingreso al país. En caso fortuito o de fuerza mayor, el pasajero se someterá a la evaluación clínica por el personal de la Oficina Sanitaria Internacional. Por último demandan cumplir obligatoriamente con el protocolo establecido en el Reglamento Sanitario Internacional al momento de ingreso al país (evaluación clínica y cuarentena obligatoria) si la autoridad sanitaria así lo determina.
En Honduras ayer se reabrieron las operaciones para vuelos nacionales a través de los aeropuertos Ramón Villeda Morales en San Pedro Sula, Golosón en La Ceiba y Toncontín en Tegucigalpa. Los vuelos internacionales comenzarán el 17 de agosto.
Restricción de circulación
El pilotaje para el sector transporte interurbano que se inició ayer dejó un mal sabor para los propietarios de las empresas que comenzaron operaciones.La cantidad de pasajeros fue muy baja, algunas unidades incluso solo transportaron a tres personas, situación que alarmó a los transportistas, pues aducen que en esas condiciones no es rentable retornar a prestar el servicio, ya que es más el gasto del combustible y pago de personal que la ganancia.
Entre los principales obstáculos que los dirigentes del transporte interurbano aducen que afecta la reactivación es que todavía se limita la circulación de personas a un dígito, por lo que si una persona desea retornar de su viaje debe esperar 15 días hasta que le corresponda circular de nuevo. De manera que las empresas que comenzaron el pilotaje no descartan cerrar sus puertas hasta que se tenga más presencia de pasajeros.
