San Pedro Sula.
Enrique Flores, delegado de la
Asociación Latina de Pacientes Renales, lamentó que se tenga que recortar las sesiones de tres a dos veces por semana, ya que esto disminuye la calidad de vida de las personas con problemas en los riñones.
La salud de 3,700 pacientes renales a nivel nacional está en riesgo debido a que su tratamiento será reducido a partir del 15 de junio.
Por medio de un comunicado, la empresa proveedora del servicio en el país informó que se ven obligados a tomar esta decisión porque el Estado no ha podido solventar desde hace un año una deuda que a la fecha supera los L200 millones, fondos que se necesitan para adquirir más insumos.
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“Los pacientes no cuentan con garantías jurídicas para recibir los tratamientos que actualmente reciben. Este es un acuerdo a través del Estado y la empresa proveedora del servicio de diálisis”, manifestó Flores.
Refirió que para la empresa poder prolongar la disponibilidad de insumos, es necesario que reduzca cuatro horas de tratamiento a la semana.
Decreto
La semana pasada, el Congreso Nacional aprobó en su sesión virtual un decreto orientado a implementar medidas de bioseguridad para garantizar la continuidad del tratamiento de hemodiálisis y diálisis a todos los pacientes con insuficiencia renal crónica durante la emergencia sanitaria.Establece que el Estado debe asegurarse de que todos los pacientes reciban el tratamiento correspondiente, sin discriminación para aquellos pacientes positivos a COVID-19.
