Tegucigalpa, Honduras.
Líderes de la Iglesia Evangélica de Honduras afirman estar listos para regresar cuando las autoridades sanitarias den luz verde y culmine el toque de queda absoluto por COVID-19.
Mario Tomás Barahona, pastor de la Misión Mi Viña, dijo este día en HRN que cada iglesia cuenta con las medidas necesarias para brindar bioseguridad a las personas que asistan a las reuniones.
'Las iglesias, son el “hospital de Dios” y necesitan estar abiertas para servir al prójimo, tal y como lo estipula la Biblia', expresó el pastor.
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'La gente está desesperada y con sed por escuchar la palabra de Dios, es hora que las personas se acerquen a las iglesias, Honduras debe volver al Señor', agregó.
Para Barahona los líderes religiosos sabrán guiar a las personas para que cumplan con las medidas que indica el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) como el uso de mascarillas, gel y guantes.
Juan Orlando Hernández aseguró hace unos días que toda la estrategia de la apertura inteligente gira alrededor de la vida y la salud del pueblo hondureño, por lo que, “se debe hacer bajo estrictas medidas de bioseguridad”.
“Como dicen, después de la tormenta viene la calma; sin embargo, esta calma debe ser bien medida y con todas las precauciones porque aún no existe una vacuna contra el coronavirus y, mientras esto continúe así, la responsabilidad de cada individuo es primordial”, señaló el mandatario hondureño.
Hasta el momento, la mayoría de las iglesias han llevado las reuniones habituales a las redes sociales, en donde los pastores de cada congregación transmiten mensajes especiales.
Las familias que tienen acceso a Internet se conectan a las transmisiones en vivo y disfrutan desde la sala de sus casas de la palabra de Dios.
Por lo pronto, las autoridades informaron que esta semana harán pilotaje de salones de belleza, barberías e iglesias en el Distrito Central.
