23/04/2024
02:36 AM

Luchan para salvar el 35% que aún queda de Mico Quemado

La tala, quemas y siembra de palma han acabado con el 65% del refugio de vida silvestre, que genera el agua a tres municipios.

EL PROGRESO.

Alarmados están los protectores del ambiente y, en especial, los que cuidan el refugio de vida silvestre de Mico Quemado por la incontrolable destrucción a la cual es sometido: un 65% de este ya fue destruido.

Casi todos los años, representantes del Gobierno se reúnen con autoridades del Departamento Municipal Ambiental (Dema) y organizaciones protectoras de los recursos naturales para discutir sobre el problema, encuentros que terminan en firmas de convenios que al final quedan solo en eso, pues la realidad es otra.

Un aproximado de 28,000 hectáreas son las que tiene el refugio de vida silvestre de Mico Quemado, adonde nacen más de 20 fuentes de agua, de las cuales varias ya se secaron.
Basta adentrarse unos kilómetros en la montaña para ver los destrozos que están acabando con el pulmón natural de los progreseños, que cada día pierde su verdor por el café o gris de las cenizas después de una quema. Hace unos días se firmó otro convenio para frenar el daño. Al evento desarrollado en la Cámara de Comercio asistió el titular del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Mario Martínez; la vicealcaldesa de El Progreso, Alba Luz Urbina; el alcalde de El Negrito, Delbin Salgado, y el de Santa Rita, Mario Alexis Caballero. El jefe del Dema, Fredy Aguilar, informó que ya cuentan con un plan de manejo de la montaña y que poco a poco lo van desarrollando.

La siembra de cultivos como la palma y otros están acabando con la montaña, aparte del corte ilegal de madera de color y las quemas agrícolas.
“La reserva presenta un daño en el 65% de su extensión, por ello es prioridad proteger el 35% restante que aún está sano para que la población de los tres municipios siga recibiendo agua, de lo contrario esto será un desierto”, advierte. Manifestó que la Fiscalía del Ambiente ya trabaja en 24 denuncias contra depredadores. En la actualidad, más de 3,000 abonados del Sanaa sufren por falta de agua.

Las fuentes de agua se están secando y agudizando la sequía en comunidades.