Los malos precios en el mercado internacional y la falta de mano de obra en muchas regiones cafetaleras están poniendo en peligro el relevo generacional de miles de familias que se dedican a este negocio desde hace muchas décadas.
Ese llamado de alerta lo hizo el cafetalero y diputado Mario Segura, quien afirmó que muchos jóvenes de las nuevas generaciones se están inclinando a otras actividades, a pesar de que son de cunas cafetaleras.
7 años
de crisis continua lleva el sector cafetalero, y aunque han surgido muchas ideas de rescate, estas han quedado en el camino, según productores.
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Otro efecto del panorama gris que enfrentan, según varios caficultores, es que los hijos de pequeños cafetaleros han emigrado a las principales ciudades en busca de trabajo, y una mayoría se desempeña como guardias de seguridad, y otros son ahora miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas.
Otro tanto de jóvenes que laboraban en las fincas emigraron a Estados Unidos y España, y ahora ayudan a otros familiares a que abandonen el país.
Las soluciones
El primer paso es buscar un modelo o mecanismo que permita revertir la liquidez financiera en la que está sumido el sector cafetalero, indicó Segura.“En estos momentos debe haber una unidad entre toda la cadena del sector y el Gobierno, para buscar una salida que rescate a los caficultores y ayude a la economía nacional”, dijo el entrevistado.
Segura también considera importante revisar el sistema de gobernanza del sector, para que se garanticen buenas prácticas de manejo y transparencia.
95,000
familias, en promedio, a nivel nacional están vinculadas al rubro del café, y es el sector con una mayor derrama económica, según el BCH.
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En la mayoría de fincas, los productores pagan a sus empleados 40 lempiras por cada lata de café cortado. 20 latas equivalen a un saco de café de 100 libras.
“Los productores ya estamos tirando la toalla y si no hay una salida de parte de la institucionalidad, será difícil mantener activas las fincas”, subrayó el caficultor.
Según Segura, ellos venden el quintal de café a los exportadores a un precio que oscila entre 1, 300 y 1,350 lempiras.
“Mis hijos ya no quieren continuar con las fincas, porque han visto el esfuerzo que se hace por mantenerlas activas y al final no hay rentabilidad y lo más seguro es morir pobres y endeudados”, relató con voz baja el diputado y productor.
La verdad que el futuro del café es incierto y está en peligro de extinción, aunque esto se escuche muy dramático, señaló Segura.
El diputado dijo que basta revisar las cifras centroamericanas para verificar que todos los países han bajado su producción del grano.
Divisas por exportación de café caerán en unos $200 millones TEGUCIGALPA. La meta de producción de café de la cosecha que inició el uno de octubre de 2018 y que termina este 30 de septiembre no se cumplirá de acuerdo con datos del Instituto Hondureño del Café (Ihcafe).
La meta era de unos 10.2 millones de quintales y se estima que faltarán más de 400,000 sacos para llegar a esa cifra. En la cosecha anterior 2017-2018, las exportaciones ascendieron a unos 9.4 millones de quintales de 101 libras. De esa cosecha, el país recibió alrededor de 1, 137.2 millones de dólares por exportaciones, pero los efectos negativos contra el rubro suponen que el ingreso de divisas en la presente temporada caerá en unos 200 millones de la moneda estadounidense.
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