23/04/2024
12:01 AM

'Queremos sepultarlos”: parientes de náufragos perdidos en La Mosquitia

Familias misquitas dan por muertos a los 6 desaparecidos tras el hundimiento del barco Capitán Waly.

PUERTO LEMPIRA.

Casi un mes después del hundimiento del barco Capitán Waly, familiares de los seis desaparecidos se han resignado, han perdido toda esperanza de que sean hallados con vida y ahora solo imploran... que sean encontrados.

Su único anhelo se ha reducido a la súplica de tener la oportunidad de enterrarlos, poder despedirse, verlos por última vez, realizar su funeral, porque la ausencia absoluta es una profunda herida abierta.

En el viaje a La Mosquitia, para hacer el reportaje de Diario LA PRENSA, descubrí que en algunas de las casas de las familias de los desaparecidos hay tumbas abiertas, con carpas improvisadas de nailon, adonde todo está listo para efectuar una ceremonia fúnebre, la que no se puede comenzar porque no hay cuerpo que honrar.

Datos
54 mil habitantes tiene Puerto Lempira, Gracias a Dios, registrados en el censo del Instituto Nacional de Estadística.
8 mil kilómetros cuadrados es la extensión territorial de Puerto Lempira y tiene más de 54,000 habitantes.
No tengo esperanza de que mi esposo esté vivo. Ya pasó mucho tiempo y no regresó. Lo único que pido es poder enterrarlo. Mirarlo”, cuenta sin poder contener el llanto Elizama Vásquez Martínez, esposa de Baldivio Godfre Romaldo, uno de los hombres que desapareció luego del naufragio del 3 de julio en el mar Caribe, frente a las costas de La Mosquitia.

En la diminuta choza de madera en la que vivía con su esposo, Elizama recordó que Baldivio tenía unos cinco años de haber empezado a trabajar como buzo para dedicarse a la pesca de langosta, que fue el único trabajo que pudo hallar.Según relató, su esposo nunca antes había pasado por algún incidente significativo en alta mar hasta que ocurrió el mortal naufragio.

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Tumba abierta. Otra de las familias que sigue sumida en la angustia es la de Alberto Cruz Zelaya, también declarado como desaparecido luego del naufragio del que hasta ahora se ha oficializado la muerte de 27 personas.

Al lado de la choza adonde Cruz Zelaya residía abrieron un agujero y montaron una carpa con ramas y lona, es el sepulcro que lo espera.

Cuando llegué ahí, acababa de terminar una jornada de oración alrededor de la tumba abierta y vacía preparada para Cruz Zelaya. Midy Joaquin Bekan, esposa de Cruz Zelaya, ruega por que encuentren a su compañero de hogar; aunque acepta que no cree que aún esté vivo.

Siempre pienso en él, aunque yo sé que si estuviera vivo hubiera venido hace tiempo, pero quiero verlo y al menos poder hacer su funeral”, confiesa Midy, cuyo rostro se empapa de lágrimas un instante después de terminar la frase.

Así las mujeres de los pescadores desaparecidos despiertan cada día añorando noticias de sus amados. Al verlas agobiadas, con la mirada consumida en el horizonte azul, me parecía que hubiera sido escrita para ellas la “naturaleza muerta”, aquella triste canción sobre una fiel mujer que eternamente espera el regreso de su marido, el pescador, que fue abatido por el mar.

Al llegar la tarde, las misquitas se sientan junto al sepulcro que alistaron, imaginando adónde estarán sus esposos.Se preguntan si los volverán a ver y si al fin podrán cerrar sus tumbas.

Foto: La Prensa