20/04/2024
05:39 AM

Con tecnología combaten los racionamientos de agua

En un mes, los habitantes de Gracias, Lempira, comenzarán a utilizar una de las 14 modernas potabilizadoras Se usa tecnología de la Universidad de Cornell, NY.

    GRACIAS, LEMPIRA.

    Gracias a una tecnología creada por la Universidad de Cornell de Estados Unidos, la cual no requiere energía eléctrica, sino que hidráulica para funcionar, más de 67,000 hondureños están bebiendo agua directamente de la llave o grifo sin correr el riesgo de contraer una enfermedad después de muchas décadas.

    Desde 2005, por medio de la organización no gubernamental Agua para el Pueblo, la Universidad de Cornell transfiere la tecnología AguaClara para que comunidades rurales y ciudades instalen plantas potabilizadoras que operan sin energía eléctrica.

    Esa universidad, con sede en Ithaca, Nueva York, construyó la primera planta AguaClara en 2006 en Ojojona y desde entonces ha edificado 18 en diferentes partes del país: en Támara, Marcala, Agalteca, Alauca, San Nicolás, Morocelí, Jesús de Otoro, San Matías y Las Vegas.

    En estos días, Agua para el Pueblo está terminando la número 19, que potabilizará 120 litros por segundo en Gracias, Lempira, por contratación de la municipalidad con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).

    Construcción
    Agua para el Pueblo comenzó la construcción de la planta a mediados de 2018 y la entregará en un mes.
    Esta planta y las que hemos construido utilizan los procesos sanitarios de potabilización conocidos en el mundo: la floculación, decantación, filtración y desinfección. Con la tecnología AguaClara, estas plantas no requieren energía eléctrica. Con esto tenemos dos grandes ventajas, podemos construirlas en comunidades rurales y dentro de la operación los costos por energía son cero”, dice Santiago García, coordinador de infraestructura de Agua para el Pueblo.

    Esta tecnología nos permite instalar plantas en zonas urbanas y rurales donde no hay electricidad.

    Santiago García, agua para el Pueblo
    La planta de Gracias, construida bajo techo en la aldea Villa Verde, estará integrada por ocho tanques floculadores, una mesa de dosificación, canal de limpieza y tres cajas de filtro y 20 tanques sedimentadores. Este proyecto costará alrededor de L25 millones.

    La Universidad de Cornell creó tecnología sencilla para que las personas de las comunidades operen una planta que tampoco está estructurada con piezas importadas para evitar suspensiones del servicio por averías.

    Esta planta potabilizadora, situada a unos ocho kilómetros del centro de Gracias, beneficiará a 18,000 personas en la actualidad y 42,000 en 30 años.
    Deseamos que esta tecnología se multiplique en todo el país. La planta de Gracias, Lempira, será la más grande a nivel mundial y ya está dentro de un registro de la Universidad de Cornell. Con el agua tratada podemos eliminar las enfermedades de origen hídrico que afectan a la niñez. Con estas plantas bajamos los riesgos de consumir agua contaminada”, dice Óscar Membreño, coordinador del equipo de gestión conformado por la municipalidad con los fondos de Aecid. Membreño advierte que, “además de tener plantas potabilizadoras”, es necesario “ que todos los hondureños den protección a las micro y macrocuencas. Deben reforestar las fuentes para que puedan tener agua permanentemente”.

    Con esta tecnología les garantizaremos a los habitantes que podrán tomar agua del torrente

    Melvin Guevara, gerente de UMASG
    Melvin Guevara, gerente de la Unidad Municipal de Agua y Saneamiento de Gracias (UMASG), recuerda que para desarrollar esta planta (forma parte del plan maestro de la ciudad) la cooperación municipal, después de visitar varios proyectos con diferentes tecnologías, optó por AguaClara por la bondades que ofrece.

    A menos de un kilómetro, la municipalidad, con el apoyo del Gobierno, construirá un embalse que será alimentado desde nuevas fuentes de agua.
    Esta planta potabilizadora atenderá las necesidades de Gracias en los próximos veinte años que está teniendo un crecimiento poblacional. La municipalidad, aparte de construir esta planta, con el apoyo del Gobierno, mejorará la red de distribución”, manifiesta.

    Este año, entre febrero y mayo, los 18,000 habitantes experimentaron racionamientos a causa de la baja producción hídrica de la cuenca del río Arcagual (Celaque), de donde todos toman el agua. La municipalidad, con el apoyo de la Presidencia de la República, MiAmbiente y con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) realizan un estudio para trasladar agua desde Montaña Verde (cerca de La Iguala) y desde el río Conchagual (Belén).