Tegucigalpa.
Militares hondureños localizaron y destruyeron una pista de aterrizaje clandestina en un reserva biológica, la número 18 en lo que va de año, que se presume era utilizada por narcotraficantes para llevar cocaína y otras drogas a México y EEUU, informó este jueves una fuente oficial.
La pista fue hallada el miércoles en el municipio de Brus Laguna, del departamento de Gracias a Dios, enclavado en la reserva biológica Río Plátano, fronteriza con Nicaragua, 341 kilómetros al noreste de Tegucigalpa, afirmó a periodistas el portavoz de la Fuerza de Seguridad Institucional Nacional (Fusina), José Coello.
El espacio, de 1,400 metros de largo por 30 de ancho, fue destruido con explosivos detonados por soldados hondureños, añadió Coello.
Militares hondureños localizaron y destruyeron una pista de aterrizaje clandestina en un reserva biológica, la número 18 en lo que va de año, que se presume era utilizada por narcotraficantes para llevar cocaína y otras drogas a México y EEUU, informó este jueves una fuente oficial.
La pista fue hallada el miércoles en el municipio de Brus Laguna, del departamento de Gracias a Dios, enclavado en la reserva biológica Río Plátano, fronteriza con Nicaragua, 341 kilómetros al noreste de Tegucigalpa, afirmó a periodistas el portavoz de la Fuerza de Seguridad Institucional Nacional (Fusina), José Coello.
El espacio, de 1,400 metros de largo por 30 de ancho, fue destruido con explosivos detonados por soldados hondureños, añadió Coello.
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La pista clandestina quedó inhabilitada con cinco cráteres de diez metros de ancho por cinco de profundidad, precisó el portavoz de la Fusina.
Esta es la pista de aterrizaje clandestina número 18 inhabilitada, la mayoría en Gracias a Dios, por las autoridades hondureñas en lo que va de este año.
Las autoridades hondureñas destruyeron en 2018 alrededor de 60 pistas utilizados por los carteles del narcotráfico para transportar drogas, principalmente cocaína.
El año pasado, según cifras oficiales, las fuerzas del orden decomisaron más de 8.7 toneladas de drogas, 1.05 menos que en 2017, así como de 112,000 plantas de cocaína y 753,762 de marihuana.
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El Parlamento hondureño aprobó en 2014 una ley que faculta a las Fuerzas Armadas a derribar avionetas que sean sospechosas de transportar drogas, por lo general procedentes de América del Sur.
Ese mismo año, las autoridades hondureñas pusieron en marcha en el Caribe los escudos aéreo, marítimo y terrestre para reducir el tráfico de drogas procedente de América del Sur.
El escudo aéreo fue impuesto por Honduras de manera unilateral, mientras que en el marítimo cuenta con el apoyo de Estados Unidos a través de un guardacostas en aguas internacionales colindantes con las del país centroamericano en el Caribe.
Agentes de la Policía Nacional, la Policía Militar de Orden Público y otras instituciones desarrollan el escudo terrestre.
