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Lluvias suben el nivel de ríos y frenan el racionamiento de agua

  • 10 abril 2019 /

Las lluvias aumentaron el caudal del río Danto y se garantiza el agua potable en Semana Santa.

    La Ceiba, Honduras.

    Cuando la escasez de agua empezaba a apretar a la ciudad de La Ceiba, el cielo se compadeció y la noche del martes cayó una fuerte lluvia que aumentó los niveles de los caudales que abastecen el servicio potable.

    Las precipitaciones de las últimas 24 horas fueron un alivio temporal para los más de 20,000 abonados del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa), que desde el pasado domingo no les estaba llegando agua a sus casas; una causa era el bajo caudal del río Danto y la otra, el mal estado de las bombas elevadoras.

    Debido a esta situación las autoridades habían anunciado racionamientos.

    Gracias a Dios se logró reparar e instalar una de las bombas de la estación elevadora del plantel Danto, y debido a eso va a mejorar un poco el caudal de la red para abastecer toda la ciudad”, aseguró José Barahona, técnico del Sanaa en esta ciudad.

    Las bombas impulsadoras hacen que el agua captada en la represa de la colonia de Las Delicias llegue a la planta recolectora que está en la parte alta de la colonia Melgar, de aquí baja por gravedad hacia toda la ciudad.

    21,000
    Abonados tiene el Sanaa. En La Ceiba el ente estatal suple cerca del 80% del agua potable que se utiliza en la ciudad. El río Danto es la fuente principal de este sistema potabilizado
    Para finales de esta semana se espera habilitar la otra planta elevadora, cuya pieza se mandó a comprar a San Pedro Sula.

    El río Danto, la principal fuente que alimenta la red potabilizada en La Ceiba, aumentó su caudal producto de las lluvias que empezaron a caer en la ciudad desde la medianoche del martes.

    Con esta lluvia, al menos, se viene a garantizar el agua potable durante la Semana Santa en la ciudad, época donde la demanda se incrementa debido a la afluencia de personas en los hoteles.

    Estas lluvias en sí no son algo representativo que puede venir a amortiguar la escasez de agua que actualmente padecemos, pero sí nos ha venido a apoyar un poco para dotar del vital líquido a los sectores que no les llegaba”, indicó Suyapa Ulloa, jefa de cuencas de la oficina regional del Sanaa.

    La deforestación en zonas productoras de agua está pasando factura. “La situación es complicada en el río Danto, podemos ver que el daño no es su zona de amortiguamiento, sino en las cabeceras de las microcuencas y los daños son causados por personas que tardan hasta siete horas para llegar a los sitios donde están cortando los árboles alrededor de los nacimientos para sembrar palma en una zona protegida”, lamentó.