Decidida a ser un agente de cambio en contra de la contaminación que afecta a las playas de Islas de la Bahía y el resto de Honduras, Daniela Mejía (29), dejó su trabajo en EEUU como asesora de riesgos en finanzas y economía, y volvió al país para sumarse a la lucha de rescate y conservación de este recurso natural.
Aunque su carrera iba en ascenso, su amor por la naturaleza fue más fuerte. Contó que su pasión por el mar es desde niña, por lo que no podía quedarse de brazos cruzados frente a las toneladas de plástico que amenazan la flora y fauna de los arrecifes hondureños, y decidió dejar atrás su vida... Para rescatar el océano.
'Me pesaba en la conciencia saber lo que estaba pasando. Me armé de valor para emprender el proyecto más bonito y satisfactorio de mi vida: trabajar en pro del medio ambiente de Honduras', dijo entusiasmada Mejía.
Viajó hasta Utila y se especializó en buceo; más tarde, se convirtió en instructora en PADI IDC, para buzos de todos los niveles, y luego, pasó a ser gerente del mismo lugar.
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Su tenacidad la llevó a formar parte de la iniciativa Go Blue Bay Islands, patrocinada por Coral, Bica y National Geographic.
'En este proyecto tenemos la oportunidad de trabajar de cerca con la comunidad y los empresarios de distintos rubros para crear turismo sostenible en Roatán y Utila; de hecho, ya contamos con la participación de casi 50 negocios, lo cual es muy esperanzador. A cada uno de ellos, primero, les enseñamos la importancia de cuidar la isla y luego les instruimos para que puedan aplicarlo en sus negocios. De esta manera hemos visto como se reducen el consumo de plástico, energía y agua. Además clasifican mejor la basura, creando un gran impacto positivo en las comunidades', explicó Mejía.
Hasta 100 toneladas de basura han recolectado cada vez que, miembros de Go Blue Bay Islands, hacen jornadas de limpieza en Roatán y Utila.
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'El mundo necesita que actuemos en lugar de que quejarnos. Analicemos nuestras acciones y cómo afectan a nuestro ecosistema; y además, de eso conozcamos nuestro país, pues lo que no conocemos no lo amamos; y lo que no amamos, no cuidamos'.