San Pedro Sula, Honduras
Cuatro noches bajo la lluvia y el frío han tenido que pasar familiares de personas hospitalizadas en el hospital Mario Rivas, pues el albergue de alojamiento se encuentra lleno, según manifestaron los perjudicados.
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El albergue funciona atrás del Mario Rivas desde hace 17 años. Tiene capacidad para atender a 147 familiares de pacientes.
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Elda Reyes dio a luz a su hija hace 18 días, pero por problemas en el corazón la pequeña quedó interna, por consiguiente, la madre y la tía de la pequeña se han mantenido en los alrededores del hospital desde entonces. Ambas duermen frente a la sala de emergencia, usando como colchones pedazos de cartones que otras personas dejaron.
Las mujeres tienen que soportar las condiciones climáticas que en los últimos días azotan la ciudad.
Elda (de 43 años) manifestó que no hay un lugar donde ella y su hermana puedan pasar la noche, cubrirse de la lluvia o protegerse del frío. Comentó que el albergue que funciona atrás del hospital no tiene cupos disponibles.
| El albergue permaneció cerrado, según las personas, no atendieron durante el feriado Morazánico.
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“Nos dijeron que estaban llenos; cuando no está lloviendo nos tiramos en el suelo y dormimos en cualquier lugar, pero con las lluvias tenemos que buscar un lugar para protegernos; yo estoy recién parida y tengo que cuidarme”, dijo la mujer, quien pidió a las autoridades hospitalarias y la Secretaría de Salud crear espacios para que los familiares de pacientes pasen la noche.
En la ampliación de la sala de emergencia varias personas pasan las noches, sin embargo, los guardias les anunciaron que el lunes deben desalojar el lugar, pues al parecer la sala será habilitada pronto.
Brenda Torres, Denis Bodden y otras personas permanecen a la intemperie, cobijadas con algunas colchas y durmiendo en cartones. La pareja contó que desde hace un mes se encuentran en esa situación. “Tenemos a mi padre que le van a hacer una operación en la cabeza y estamos durmiendo en pedazos de cartón”, expresó Brenda.
Los familiares de los pacientes manifestaron que durante el feriado el albergue dejó de atender a más personas y solo los que ya estaban en el centro se quedaron, además, cuando llegan les dicen que no hay cupo porque el espacio es limitado.
Periodistas de Diario LA PRENSA intentaron hablar con las personas del hospedaje, pero el portón de entrada estaba cerrado con una cadena y un candado.
Las personas pidieron a las autoridades que construyan espacios para los familiares de pacientes, pues tienen que estar a la intemperie.
